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El gabinete feliz
La administración del gabinete ha sido precisa para calmar a los mercados. Marcelo Ebrard, excorcholata presidencial, y Raquel Buenrostro destacan en roles clave. Aún quedan nombramientos importantes, como el secretario de Defensa, que influirán en la política nacional y la continuidad de las Fuerzas Armadas en diversas funciones.
La administración de los nombramientos del gabinete ha sido un ejercicio quirúrgico instrumentado desde el equipo de transición para calmar el nerviosismo de los mercados.
Ante la inexistencia de la oposición, los mercados son el único actor capaz de presionar al segundo piso de 4T para que tome a la cosa pública con calma.
El nombramiento de la excorcholata presidencial, Marcelo Ebrard, responde a las necesidades del Tratado del Libre Comercio y los paneles bilaterales, además de los consabidos efectos políticos de llevar al gabinete al único aspirante que desafió el proceso de selección diseñado por Andrés Manuel López Obrador. O mucho control o mucho desafío, por ahora, todo marcha bien.
En otro orden de ideas, el nombramiento de Raquel Buenrostro en la Secretaría de la Función Pública tiene un perfil técnico-administrativo que carece de conocimientos en la materia de fiscalización, control interno y responsabilidades administrativas, sólo se entiende el nombramiento a partir de su fama como política dura, destinada a imponer orden a los políticos e inhibir y sancionar la corrupción pública.
Veremos si Raquel Buenrostro es capaz de atrapar a los peces gordos de la corrupción o seguirá siendo una institución de adorno para el gobierno mexicano.
Por ahora, en el gabinete feliz todo queda entre familia; sin embargo, quedan por nombrar algunas piezas más complejas que el medio gabinete que conducen temas torales para el país.
Un tema central es cuál lugar ocupará Andrés López Beltrán en la 4T y si le darán continuidad al equipo financiero que ha incrustado en lugares claves del gobierno.
Un problema grave para el secretario David Kershenobich es qué va a hacer con la inoperante Cofepris y cómo resolverá las compras de medicamento y, por ende, la escasez de medicamento.
Una de las piezas claves para el gobierno venidero es el secretario de la Defensa Nacional, dado que el perfil que se escoja puede determinar la continuidad o no del papel de las Fuerzas Armadas en la política nacional. Por ahora, las Fuerzas Armadas hacen de todo, son un brazo militar, social y de seguridad para el gobierno mexicano; sus actividades comprenden la construcción, labores de seguridad, aduanas, aeropuertos, etc., y, desde luego, quién será su secretario de Seguridad Pública.
Querido lector, los nombramiento en el gabinete son perfiles técnicos que han sido bien recibidos por los mercados internacionales. Veremos las segunda parte de la novela y sus resultados. Hasta la próxima.
X: @ErosalesA