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El gobierno de AMLO debe combatir el contrabando de armas
Durante los años 2016, 2017 y 2018, miles de homicidas mataron, con una casi absoluta impunidad, a 74,145 personas, de las cuales 49,374 (66.6%) fallecieron por arma de fuego. En ese mismo periodo se cometieron, con arma de fuego, 464 homicidios culposos y 527 feminicidios. O sea que en tres años 50,365 personas murieron a balazos.
En esos mismos años las armas de fuego hirieron a 26,675 personas: 25,800 fueron víctimas de lesiones dolosas y 875 de lesiones culposas.
De acuerdo con un estudio realizado en el 2018 por el Center for American Progress, entre el 2011 y el 2016, 70% de las 106,000 armas de fuego utilizadas en delitos violentos en México y recuperadas por la policía provenían de EU.
Un artículo que se publicó el 24 de mayo del 2018 en el diario Los Angeles Times anota que “cada día, la tienda de armas de la Secretaría de la Defensa Nacional [localizada en la CDMX y administrada por la Dirección de Comercialización de Armamento y Municiones de la Sedena] vende en promedio sólo 38 armas de fuego a civiles, mientras que aproximadamente 580 armas se introducen de contrabando desde Estados Unidos”.
Esas 580 armas al día implican que al mes entran ilegalmente 17,400 armas de fuego, y al año 208,800.
Si tomamos en cuenta que, de acuerdo con datos de la extinta Procuraduría General de la República (actual Fiscalía General de la República), del 2007 al 2017 fueron decomisadas 179,727 armas de fuego, es evidente que nuestro gobierno perdió hace mucho tiempo su lucha por frenar su contrabando.
Si se introdujeron 2 millones 88,000 armas en esos 10 años y se decomisaron sólo 179,727, significa que en todo el país hay un mínimo de 1 millón 908,273 escopetas, fusiles, subfusiles, carabinas, pistolas, revólveres y ametralladoras.
Por si lo anterior no bastara, el estudio Estimating Global Civilian Held Firearms Numbers, realizado por el Instituto de Posgrado de Estudios Internacionales y de Desarrollo (GIIDS, por su sigla en inglés) de Ginebra, Suiza, difundido en junio del año pasado, calcula que en México hay 16 millones 809,000 armas de fuego en posesión de particulares, la mayoría de ellas ilícitas, en vista de que sólo 3 millones 118,592 están registradas en la Sedena. Esta cifra es la que calcularon los expertos del mencionado instituto, y es la mejor aproximación de la realidad.
De ser cierta la cifra del GIIDS, México sería el séptimo país con más armas en posesión de particulares, detrás de Estados Unidos, India, China, Pakistán, Rusia y Brasil. En lo que armas por cada 100,000 habitantes se refiere, México ocupa la posición número 60 (12.9).
Para resolver este problema, el gobierno de EU no ayudará en nada a México, pese a que nuestro gobierno lo ha solicitado durante años. La campaña de reelección de Donald Trump recibe mucho dinero de la Asociación Nacional del Rifle (National Rifle Association, NRA), que representa a los fabricantes de armas, y de muchos propietarios de las 393 millones 347,000 armas de fuego que hay en ese país.
Para impedir que sigan entrando armas de fuego al país, el gobierno de AMLO debe acabar con la gran corrupción que hay en las aduanas, implantar controles rigurosos en nuestra frontera norte y castigar con las penas más severas a quienes sean atrapados cometiendo el ilícito. No le queda de otra.