Lectura 3:00 min
El nearshoring existe
En algunos círculos se corre la broma de que el nearshoring es una de esas cosas de las que todo el mundo habla, pero nadie ha visto. La verdad es que existen muchos elementos para dimensionar el fenómeno. Según la Asociación Mexicana de Parques Industriales, se espera que la demanda de espacio industrial en los parques mexicanos aumente hasta un 180% al concluir el 2024, con respecto al año anterior. Ese es el mejor termómetro de que la inversión por relocalización está llegando. De acuerdo con información de firmas inmobiliarias, el 68% de las nuevas inversiones esperadas está en la industria automotriz; el 15%, en la metalmecánica; el 6%, en la de alta tecnología; el 6%, en maquinaria, y el 3%, en ropa. Se espera una segunda ola de nearshoring, más enfocada en nuevas operaciones, no solamente en ampliaciones de la capacidad existente, especialmente en la industrias automotriz y metalmecánica.
Algunos cálculos estiman que las inversiones por nearshoring en el país pueden ser de cerca de 6.5 puntos del PIB, en el mejor escenario, y poder incrementar el PIB base entre 0.5 y 0.8 del producto. Esto es, de concretarse, el nearshoring aceleraría el crecimiento de la economía nacional de manera permanente. El país se encuentra, en varios aspectos, preparado para atraer esa inversión; el principal es nuestra capacidad ya instalada para hacer manufactura sofisticada. Actualmente, el 45% de nuestras exportaciones participan en las cadenas globales de valor. No solamente somos el mayor exportador de mercancías a los Estados Unidos, sino que además les exportamos el 15% de sus importaciones en manufacturas, prácticamente el mismo nivel de China que les proveen el 18 por ciento. Por ejemplo, somos el primer proveedor de autos en los Estados Unidos.
Esto, por supuesto, es en buena medida resultado del tratado comercial, después de él comercio ha crecido ocho veces. El reto ahora, además de captar la mayor inversión posible como resultado de la globalización, es incrementar el contenido nacional. Solamente el 20% de nuestras exportaciones cuenta con valor agregado nacional desde el inicio de la cadena. Esto es, cada vez exportamos más a Norteamérica, lo hacemos en sectores complejos, pero con bajo contenido nacional y todavía en varias industrias con baja intensidad en las habilidades laborales. La estrategia de nearshoring tiene que ser la de buscar la atracción de empresas en sectores de mayor complejidad, pero también en los que tenemos mayor capacidad para integrar contenido nacional a las cadenas productivas. Es también posible promover la relocalización al interior del país, para mover operaciones de ciertas manufacturas a otras regiones en las que su operación puede ofrecer ventajas de costos e insumos. Todo eso pasa por generar una estratagia capaz de apoyar a las empresas, particularmente medianas y pequeñas, para que se incorporen a las cadenas globales de valor y de generar capacidades útiles para que las personas obtengan empleos en estos sectores. El nearshoring es real y podemos y debemos aprovecharlo.
X: @vidallerenas