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El origen de la guerra sucia
Los estrategas de campaña, al menos en México, nunca mezclan su ideología con los proyectos políticos. Cada elección deben buscar clientes y la alta rotación que trajo la alternancia les ha permitido —en los últimos 25 años— construir un robusto mercado... a cuenta de las prerrogativas partidistas.
Antonio Sola buscó, justo hace tres años , integrarse a la campaña de Andrés Manuel López Obrador y ante más un millar de asistentes a un congreso mundial de consultores políticos decretó que el entonces abanderado presidencial de la coalición Juntos Haremos Historia había dejado de ser un peligro para México.
Las encuestas le daban la razón. Y no obstante que a través del PT quiso aportar su expertise a la campaña izquierdista, el exasesor de Felipe Calderón, no pudo acercarse al pool que gestionaba Tatiana Clouthier.
Sola está de vuelta en México, en busca de clientes. Hace tres semanas estuvo en Nuevo León y en el arranque de las campañas, de acuerdo a versiones periodísticas no desmentidas, brindará asesoría a candidatos priistas a distintas gubernaturas cuyo mando estratégico coordinará el exgobernador de Coahuila, Rubén Moreira Valdez.
Una de estas campañas sería la del abanderado tricolor en Campeche, Christian Bello y ayer, en la conferencia mañanera, el Ejecutivo federal fue alertado del reciente arribo del consultor catalán a la Península.
“Pero no fue Solá, fue (Dick) Morris el que acuñó la frase”, acotó AMLO, quien hace tres años recibió información de primera mano sobre el plan que Vicente Fox y la cúpula empresarial habría implementado para evitar su llegada a Los Pinos, en el 2006.
Los estrategas electorales —lamentó— “son como mercenarios que van por todo el mundo vendiendo este tipo de campañas negras, campañas sucias pero ya no funcionan... Ya también pasaron de moda, ya no funcionan, nada más cobran, pero no son eficaces. Antes había una caterva de publicistas vividores, que hablaban con los candidatos y les decían: ‘Yo te voy a hacer ganar, nada más me vas a hacer caso y desde luego me vas a pagar por mis servicios’. Y presentaban un plan y de ahí venían las frases en contra de los adversarios, de ahí salió esa frase: ‘AMLO, un peligro para México’”.
Justo han pasado 15 años de ese incidente, epítome de las ‘campañas de contraste’ en México. Al respecto, el expresidente panista escribió lo siguiente en su libro Decisiones Difíciles (Debate, 2020).
"En la mesa del comedor del departamento que la familia Mouriño tenía en Polanco... estábamos Juan Camilo, Francisco Ortiz, un asesor externo —por cierto, ninguno de los que se han atribuido la autoría de la frase estaba allí—, y yo. La discusión fue incómoda, pero la conclusión casi unánime: la publicidad de la campaña debía reflejar por qué éramos mejores que nuestros oponentes, cuáles eran sus debilidades y qué opinábamos abiertamente de ellos. Así se acuñó el eslogan: López Obrador, un peligro para México. Se ha criticado enormemente esa campaña pero era lo que en realidad pensábamos de él y consideró que, por desgracia, algunas cosas que dice y hace parecen confirmar aquel temor. Sus ideas, sus propuestas echeverristas, populistas, proteccionistas —desde creer que todo lo puede hacer el gobierno, creer que las importaciones son ‘malas’ y las exportaciones ‘buenas’, hasta establecer precios ‘de garantía’ a productos agrícolas—, la intolerancia a la prensa y voces disidentes, la destrucción del medio ambiente, el rechazo a la ciencia, la pequeñez internacional, el desprecio por el derecho y las instituciones, y un largo etcétera parecen refrendar esa afirmación”.
La intención del contraste es que Calderón alcanzara a AMLO en las encuestas. Vino un cambio de estrategia y un cambio de equipo que encabezó Mouriño, junto con Rafael Giménez.
Efectos secundarios
Sentencia. Los magistrados de la Sala Superior del Tribunal Federal de Justicia Administrativa revocaron la inhabilitación que en septiembre del 2019 impuso la Secretaría de la Función Pública contra Laboratorios Solfrán y también dejó sin efectos la multa por poco más de un millón de pesos que impuso a la farmacéutica tapatía. En dicho caso se trataba de implicar al exdiputado morenista Carlos Lomelí, quien presuntamente fungía como accionista de esa empresa, motivo por el que se aseguraba que la empresa habría recurrido a papeles apócrifos para ocultarlo y participar en una licitación; no obstante, el actual candidato de Morena en la perla tapatía se ha deslindado completamente de la misma, incluso al afirmar que jamás ha pertenecido a la lista de socios.
Relevos. Después de que la exprimera dama de Aguascalientes, Blanca Rivero de Lozano, fuera desplazada por el PRI de la candidatura por la alcaldía de la capital hidrocálida, el abanderado morenista, Arturo Ávila, ofreció incorporarla a su planilla y juntos derrotar al PAN. El tricolor registró una planilla encabezada por la diputada federal Norma Adela Guel.
@aguirre_alberto