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El “plan C”
La única prioridad del presidente López Obrador es ganar las elecciones presidenciales de 2024. La ley le impide participar directamente en el proceso a favor de sus candidatos, por lo que ha inventado una causa para poder actuar políticamente, su “plan C”.
Su idea de llamar a la gente a votar para conseguir la mayoría calificada para que el Congreso apruebe las tres reformas constitucionales que le quedaron pendientes es sólo un pretexto para actuar políticamente durante todo el proceso electoral a favor de sus candidatos.
El presidente iniciará seguramente en los próximos meses un recorrido nacional promoviendo sus reformas y la necesidad de votar por los candidatos a legisladores de Morena y sus aliados para ganar la mayoría calificada, sabiendo que es imposible lograrlo en el Senado, sólo para tener un pretexto para hacer campaña.
Su propuesta para reformar el INE, militarizar la Guardia Nacional y que los ministros y jueces del poder Judicial sean electos por la gente, se ha topado con la propia Corte y con el rechazo de la opinión pública.
Es cierto que es necesario reducir el costo de las elecciones sin afectar su autonomía, en el caso de la Guardia Nacional, más allá de si es civil o militar, lo cierto es que ha fracasado en su responsabilidad de reducir la delincuencia y la inseguridad pública y en cuanto a llevar a votación de la gente la elección de ministros y jueces, haría depender su puesto de quien tiene más dinero o más poder.
El “plan C” es sólo un pretexto para intervenir en las elecciones, el presidente sabe que es posible lograr la mayoría calificada en la cámara de diputados, lo logró en 2018, pero sabe que es imposible lograrla en el Senado.
Para tener mayoría calificada en el Senado se requieren 85 senadores de los 128 que hay y suponiendo que ganaran los 23 estados que gobierna y quedara en 2o lugar en los restantes 9, contaría con 55, por lo que para lograr la mayoría calificada tendría que quedarse con 31 de los 32 senadores plurinominales, o sea tendría que ganar con más del 95% de los votos. Aun en el caso que ganará en los 32 estados, tendría 64 senadores y tendría que ganar la elección con el 70% de los votos para lograr la mayoría calificada. La fórmula de dos senadores de mayoría y uno de minoría por estado hace imposible que algún partido o coalición tenga la mayoría calificada para reformar la Constitución.
Por lo que se ha visto en los últimos días, el presidente está muy nervioso y sabe que puede perder la elección del 2024. Ya no le interesa cómo va el gobierno, lo único que le interesa es pegarle a la oposición y apoyar a sus candidatos y candidatas. Ya se dio cuenta también que sus corcholatas no penetran con la gente y que se vendrían abajo si no es por su imagen protectora.
Aquellos que se preocupan porque el presidente vaya a cambiar la Constitución el último mes de su mandato deben tranquilizarse, nunca tendrá la mayoría calificada en el Senado e igual que fracasaron sus “planes A” y “B” el “plan C” seguirá la misma suerte.