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El rally mexicano
La expectativa de bajo crecimiento el año que viene apunta a un crecimiento de utilidades menor. Esto es lo que de alguna manera reprime la recuperación de las bolsas en mercados desarrollados, principalmente en Estados Unidos
Una de las mayores sorpresas de los últimos dos meses es la racha positiva de la Bolsa Mexicana de Valores. Entre octubre y lo que va de noviembre, el S&P/BMV IPC acumula un rendimiento de más del 16 por ciento.
Ambos han sido meses favorables para el inversionista en los mercados, pero llama la atención la ganancia acumulada que es de las mayores entre las bolsas del mundo.
Intentemos razonarlo y ver si es algo sostenible en el 2023.
La explicación corre en varias direcciones, así que hagamos algunas precisiones. El comportamiento de la Bolsa de México, como usted seguro lo sabe, se representa en un índice que incluye pocas emisoras (35); debido a lo anterior, y al tamaño de aproximadamente entre 10 y 15 grandes negocios globales, se trata de un indicador altamente concentrado; pocas emisoras pueden generar movimientos importantes.
Otro punto para destacar es que el volumen de operación mantiene una disminución crónica a pesar de esfuerzos de las autoridades y de la constitución de dos centros de operación (BMV y BIVA). Varias emisoras siguen manifestando su intención de salir del mercado.
Dicho lo anterior, tratemos de ver a qué responde el fenómeno actual.
El primer punto es la vuelta de los mercados en general en el mundo a partir del favorable dato de inflación de octubre en Estados Unidos que ha cambiado la expectativa hacia una de menores aumentos en las tasas de interés de los bancos centrales y una posible interrupción de dicho ciclo tan pronto como en el primer trimestre del 2023.
Los inversionistas globales han decidido, aunque permanezcan muchas condiciones de incertidumbre, retornar a adquirir algunas posiciones de riesgo, en especial en las bolsas.
Un segundo punto es la distinción que tiene la economía mexicana con respecto a otras. El crecimiento del Producto Interno Bruto del tercer trimestre (1% vs el trimestre anterior y 4.2% contra el tercer trimestre del año pasado) ha resultado mucho mejor a lo que se anticipaba.
Aunque se pronostica una caída en los trimestres subsecuentes, la economía mexicana está mostrando resistencia debido a la fortaleza de las exportaciones manufactureras y por un consumo que continúa creciendo a tasas satisfactorias.
Un tercer punto relacionado con el anterior es el concepto que se mastica en todos los foros, conocido como nearshoring, que define a la tendencia de la producción global a regionalizarse a raíz del proceso de desglobalización que está sucediendo en el mundo.
México parece lucir como un destino atractivo para la reubicación de centros de producción que esté dirigidos al mercado de Norteamérica que sigue siendo el mayor del mundo.
Un cuarto punto es la estabilidad financiera. México cuenta con un nivel bajo de endeudamiento y un flujo positivo de dólares; asimismo, mantiene una política de restricción tratando de controlar el fenómeno inflacionario que se desató en este año en casi todo el mundo. El peso luce como una moneda bastante sólida bajo las circunstancias actuales.
Por último, no hay que olvidar que hay eventos particulares de impulso de cuando en cuando. Noticias como la escisión de AMX, la especulación por la venta de Citibanamex, etc. generan movilizaciones importantes. Está también la operación de los grandes inversionistas domésticos que son las Afores. Las posiciones de las Siefores en renta variable local crecieron tan solo en octubre en 9.7%, cerca de 40,000 millones de pesos.
En un mercado con pocos volúmenes de operación y con alta concentración el índice se puede mover con mayor velocidad que en otros mercados mucho más pulverizados.
Todas estas explicaciones convergen el día de hoy. Por supuesto, la expectativa de bajo crecimiento el año que viene apunta a un crecimiento de utilidades menor. Esto es lo que de alguna manera reprime la recuperación de las bolsas en mercados desarrollados, principalmente en Estados Unidos.
La expectativa con respecto a las emisoras en México puede ser menos mala dada la alta concentración y la dominancia que algunas tienen en sus mercados.
Cuesta trabajo pensar que el rendimiento de la Bolsa supere la elevada marca que representa una tasa de interés superior al 10% como la vamos a tener todo el año próximo, pero hay corredurías que se están poniendo muy optimistas con respecto a la Bolsa de México y es algo que hay que observar. Su prevalencia puede motivar retornos así de sólidos como los de estos dos meses.
*Rodolfo Campuzano Meza es director general de Imvex Operadora de Sociedades de Inversión.
Twitter: @invexbanco