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El sistema educativo mantiene su mediocridad
El 8 de diciembre del 2016 mi columna trató sobre los resultados del examen PISA 2015.
Ayer, se difundieron los resultados correspondientes al PISA 2018 y de nueva cuenta los jóvenes mexicanos obtuvieron muy malas evaluaciones.
Por eso, porque en realidad nada ha cambiado en lo que a la mediocridad educativa de nuestro país se refiere, hoy transcribo mi columna del 2016, sustituyendo únicamente las cifras que difieren de ella (las sustituciones aparecen en negritas):
“La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) difundió los resultados de la prueba internacional PISA 2018 (Programme for International Student Assessment o, en español, Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes), que mide el desempeño en ciencias, lectura y matemáticas de estudiantes de 15 años radicados en 79 países, de los cuales 36 pertenecen a la OCDE, México entre estos últimos.
“No me sorprendieron los resultados obtenidos por los estudiantes mexicanos ya que, como lo he sostenido desde hace varias décadas, el sistema educativo de nuestro país es inservible y no prepara a los niños, adolescentes y jóvenes mexicanos a enfrentar las realidades del mercado laboral que desde la década de los 80 del siglo pasado se ha ido transformando como resultado de la globalización. Como bien lo anota el sitio universia.es, las empresas buscan hoy que sus empleados posean las siguientes habilidades o características: ‘transversalidad, capacidad analítica, inteligencia emocional, movilización, automotivación, agilidad en el aprendizaje, entendimiento del servicio al cliente’ (noticias.universia.es/portada/noticia/2015/10/02/1131866/mercado-laboral-hoy-tendencias-futuro.html).
“Los resultados obtenidos en PISA 2018 por los adolescentes mexicanos son tan mediocres como los que se obtuvieron en los PISA 2015, 2012, 2009, 2006, 2003 y 2000, que son los que se conocen, ya que los del PISA 1997 no se hicieron públicos por órdenes del entonces presidente Ernesto Zedillo.
“En resumen, en el 2018 los estudiantes de México obtuvieron 420 puntos en la evaluación de lectura, tres puntos menos que en el 2015; en la de matemáticas la calificación fue de 409, un punto menos que hace tres años; en la evaluación de ciencias, obtuvieron 419 puntos, tres más que en la PISA anterior. Los promedios de la OCDE son de 487 para lectura, 489 para matemáticas y 489 para ciencias.
“Los resultados del PISA tal vez empiecen a mejorar en una, dos o tres décadas, siempre y cuando la reforma educativa se lleve a cabo totalmente.
“El estudio PISA 2018 puede verse íntegramente en www.oecd.org/pisa/”.
Hasta aquí mi columna del 8 de diciembre del 2016.
Escribí entonces que los resultados tal vez empezarían a mejorar después de varias décadas, siempre y cuando se realizara totalmente la reforma educativa de Enrique Peña Nieto, la cual fue anulada y sustituida por la del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Desde el PISA 2000 quedó evidenciado el fracaso del sistema educativo mexicano. Han transcurrido 19 años desde entonces y el avance es insignificante; insuficiente para sacar al país de su atraso.
¿Cuántos años más deberán de pasar para que los niños y jóvenes mexicanos reciban una educación de calidad mundial?