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El sueño de Marisol
¿Cómo llega alguien de tener una pecera en casa, a ser la anfitriona del Congreso Internacional de Acuarios? Esta es la historia. A Marisol siempre le gustaron los peces, ahorró para tener su primera pecera y la fue creciendo poco a poco. Sin embargo, la pecera que tenía en casa de sus papás debía desconectarse cada que alguien hacía una llamada en el mismo lugar, porque hacía interferencia. Quien la desconectó olvidó volverla a enchufar, y sus peces fueron historia. Estudió Relaciones internacionales, aunque fue mucho después que se percató de que lo suyo es el cuidado del medio ambiente. Recuerda los acuarios siempre presentes en cada viaje que hacía, (¿quién no visita un acuario cuando visita por primera vez una ciudad?) También soñaba con ser entrenadora de Shamoo, cada vez que iba a Sea World.
Pero pasaron muchos años para que Marisol volviera a tener una pecera, en esta ocasión, una suficientemente grande para que se convirtiera en el centro de atracción de los vecinos, y unos cuantos más para que su pasión se convirtiera en la atracción de dos ciudades: Puebla y Guadalajara.
Surgió la oportunidad para incursionar en un nuevo negocio, el amor por los peces y el cuidado por el medio ambiente seguían ahí, así que llamó a Paulina Balbontín, oceanógrafa, maestra en manejo de costas y excompañera de escuela. Ocho años después de haber soñado con el proyecto, ya son dos acuarios operando y están por recibir la estafeta para albergar en Guadalajara el Congreso Internacional de Acuarios que se llevará a cabo por primera vez en Latinoamérica en 2024.
“Es un acuario muy mexicano”, dice Marisol Lozano, su fundadora. El acuario se llama “Michín” que es “pez” en náhuatl. En el acuario de Guadalajara los pabellones tienen nombres de culturas originarias. Todo el proyecto ha sido parte de un no tan largo proceso de aprendizaje, en el que se han dado cuenta que es importante ofrecer una amplia gama de opciones de entretenimiento más allá del mundo marino. Sin embargo, para Marisol es importante que cada persona que pise el acuario pueda salir de ahí con una pequeña idea de qué puede hacer para cuidar el medio ambiente. “Todos tenemos que contribuir, y todos podemos hacer algo”. Los acuarios Michín son la primera institución que logra la reproducción de la nutria de río, especie amenazada.
Les pregunto sobre las lecciones que esta experiencia les ha dejado. Para Paulina, directora general, es saber que “no importa lo grande que seas sino cómo estás impactando en la sociedad”. Para Marisol, fundadora de Acuarios Michiín, el secreto está en hacer un negocio que te permita despertarte pensando que eso es lo que te encanta. “Poder hacer algo desde cero y poder inspirar a la gente a cooperar, y que mis hijos vean que sí se puede, y se levanten todos los días a hacer lo que más les guste”.