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Opinión

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El trabajo remoto y su efecto en las finanzas personales

En la última década, el trabajo a distancia se ha convertido en una tendencia laboral en constante crecimiento; la pandemia de Covid-19 aceleró este cambio de manera drástica. A medida que más personas adoptan esta modalidad laboral, se vuelve esencial entender cómo afecta a las finanzas personales y cómo las personas pueden gestionar este nuevo entorno de manera efectiva. 

El trabajo remoto, en el que los empleados realizan sus tareas desde casa u otros lugares fuera de la oficina, ha alterado la forma en que se vive y se trabaja. Aunque ofrece ventajas, como flexibilidad y comodidad, también plantea desafíos financieros únicos.

Uno de los beneficios más inmediatos del trabajo remoto es el ahorro en gastos relacionados con la oficina. Los trabajadores a distancia pueden reducir significativamente los costos de transporte, comidas fuera de casa y ropa de trabajo. Aprovechar estos ahorros puede ser el primer paso hacia una gestión financiera más sólida que permita alcanzar las metas en un menor tiempo y costo.

Uno de los desafíos más importantes del trabajo remoto es mantener un equilibrio saludable entre vida laboral y personal. Al trabajar desde casa, es fácil caer en la dinámica de estar siempre disponible, por ello es clave establecer límites de tiempo y espacio para el trabajo y la vida personal, lo cual ayuda a evitar el agotamiento y a mantener una salud mental óptima.

El trabajo remoto permite mayor flexibilidad de programar horarios, al eliminar el tiempo de traslado al centro laboral, que en muchos casos es mayor a una hora, lo cual permite optimizar el tiempo para administrar las finanzas, identificar los ingresos, clasificar los gastos y establecer los objetivos de ahorro.

Así como se identifica el dinero invertido en el traslado a la oficina, es importante también detectar las nuevas erogaciones que se tendrían que efectuar desde el hogar, como un servicio de internet más estable, solventar el incremento por el consumo de luz, la adaptación de un espacio para realizar funciones de oficina, entre otros. Se recomienda considerar la posibilidad de ajustar el presupuesto para acoplar las nuevas rutinas y necesidades. 

La pandemia de Covid-19, recordó la importancia de la planificación para emergencias. Es indispensable contar con un fondo de emergencias en caso de enfrentar la pérdida de empleo o gastos inesperados. Se recomienda ahorrar al menos tres meses de gastos en este fondo, lo que permitirá hacer frente a imprevistos sin afectar en lo posible, las finanzas personales.

El trabajo remoto ha cambiado la forma en la que se vive y se trabaja, lo que tiene un impacto significativo en las finanzas personales. Al optimizar gastos, mantener un presupuesto flexible y planificar a largo plazo, se puede asegurar que el trabajo remoto sea una experiencia financiera positiva, priorizando el bienestar físico y mental en este entorno laboral en evolución. Con una planificación adecuada, el trabajo remoto puede ser una oportunidad para mejorar las finanzas personales y la calidad de vida.

*Jesús Horacio García Bravo es VP Investment Advisor Manager - BBVA Asset Management.

jesushoracio.garcia@bbva.com

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