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Opinión

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Electrolineras: Tesla, Nissan y GM

El órgano regulador del sector eléctrico en México le quitó el “tapón” que obstruía la expansión de la industria automotriz eléctrica en México y los negocios relacionados, como las electrolineras.

La Comisión Reguladora de Energía (CRE) que preside Guillermo García Alcocer aprobó reglas que se espera que detonen inversiones para la instalación de electrolineras (estaciones de servicio de recarga para autos eléctricos) y para el uso de fibras, como vehículo para los inversionistas interesados en este sector.

Por lo pronto, anote usted en la lista de interesados a Tesla, Nissan y General Motors (GM).

Hay que recordar que Tesla nació como una empresa dedicada a la producción de autos eléctricos y Nissan y General Motors han realizado cuantiosas inversiones, todas a nivel global, para producir vehículos eléctricos.

Con las nuevas reglas, seguramente realizarán inversiones y esfuerzos para participar en las nuevas opciones e impulsar sus ventas en México.

Venta entre particulares

La intención fundamental de las reglas que emitió la CRE es permitir la venta de energía eléctrica entre particulares.

Busca incentivar la inversión, investigación, innovación y competencia en la industria eléctrica, y potenciar diversas actividades económicas para la venta de energía eléctrica en beneficio de los consumidores.

E impulsa el despliegue de estaciones para la recarga de vehículos eléctricos, conocidas como electrolineras.

Los consumidores se beneficiarán con más puntos de recarga para los autos eléctricos.

Con las nuevas reglas, se promoverá el aumento en la producción de vehículos eléctricos por parte de la industria automotriz mexicana.

2,000 centros

Ello redundará en mayores empleos, crecimiento económico, innovación en ese sector y el mejoramiento del medio ambiente.

Hay que recordar que, antes de la aprobación de esta regulación, los inversionistas interesados en instalar electrolineras en el país no contaban con las reglas para proveer energía eléctrica a los usuarios de vehículos eléctricos e híbridos, limitando su desarrollo.

A pesar de eso, en los últimos tres años, se han instalado alrededor de 2,000 centros de recarga para vehículos eléctricos e híbridos.

Vienen solineras

Por otra parte, empresarios del sector eléctrico, por ejemplo, los fotovoltaicos y eólicos, podrán desarrollar estaciones de recarga a través del aprovechamiento de los recursos solares y eólicos (para electrolineras solares), reduciendo la huella de carbono en lo referente a la generación de energía.

Otro segmento que se beneficiará de esta regulación son las startups tecnológicas y/o investigadores que busquen desarrollar medios más eficientes e inteligentes para la recarga de vehículos eléctricos, como la recarga eléctrica inalámbrica o estaciones que cuenten con tecnología para el cargado rápido de los autos.

Además de las electrolineras, el nuevo marco regulatorio ofrece alternativas a los fideicomisos de inversión en bienes raíces (fibras), empresarios y/o desarrolladores del sector inmobiliario, que arrienden o gestionen espacios compartidos de trabajo (coworking), oficinas, locales en centros comerciales o departamentos residenciales, ya que, como parte de sus estrategias comerciales, ahora podrán ofrecer la venta de energía eléctrica según las necesidades de sus clientes.

Veremos si, como se planea, las nuevas reglas se traducen en más inversiones y mayor uso de energía limpia.

Importación, sin raspones

Se lo paso al costo. Que efectivamente Octavio Romero, el nominado director general de Pemex para el próximo gobierno de Andrés Manuel López Obrador, le preguntó al actual director de la petrolera Carlos Treviño si era posible detener la importación de 1.4 millones de barriles de crudo ligero Bakken.

La respuesta del actual al próximo director de Pemex fue que no.

La explicación fue muy sencilla. No se puede cancelar la importación porque ese hidrocarburo es necesario para cumplir con el abasto de petróleo y gasolinas para fin de año.

Treviño le explicó a Romero por qué es vital no cancelar ese contrato.

Una vez escuchadas las razones, Octavio Romero aceptó la explicación y se lo comunicó a su jefe, el presidente electo.

Romero, hay que decirlo, trabaja ya desde hace tiempo, con oficina y todo, en las instalaciones de Pemex.

Me aseguran mis fuentes que todo el tono novelesco y de confrontación que presuntamente se había registrado, entre los equipos saliente y entrante, simple y sencillamente no ocurrió.

Es una historia —aseguran— parecida a aquella en la que Romero y su equipo habría llegado con la frasecita a sus colegas en funciones de: “y por qué tan trajeaditos”.

Fantasía pura, sostienen quienes han vivido de cerca la transición.

Por cierto, la segunda entrega por 350,000 barriles, de los 1.4 millones de barriles de crudo ligero Bakken de este contrato de importación ya está en México, y en las próximas horas comenzará su descarga.

La importación de petróleo es una práctica que realizan incluso países que son exportadores de petróleo, como Estados Unidos.

Empresas de este país, y de otros, salen al mercado a comprar hidrocarburo para sacar el máximo provecho de su producción, en la industria es algo normal y esto no debería llamar la atención en México.

ATISBOS

DECISIÓN. Difícil decisión toma Aeroméxico que dirige Andrés Conesa de llevar adelante una reestructura en su presupuesto y el despido de personal. Entre las causas, la elevación del precio del combustible.

Periodista desde 1975, ha trabajado ininterrumpidamente en periódicos, revistas, radio, televisión e internet. En los últimos 31 años se ha especializado en negocios, finanzas y economía. Es uno de los tres conductores del programa Fórmula Financiera, que se transmite por Grupo Fórmula.

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