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Embajador argentino en la OEA aclara su relación con México
En la madrugada del pasado jueves la embajadora de México ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Luz Elena Baños, sostuvo un debate acalorado sobre la posibilidad de incrementar el presupuesto del propio organismo.
El periodista Carlos Ferreira del portal Infobae redactó una crónica sobre lo ocurrido.
“Se quebró parte del bloque de izquierda en la OEA (…)”, señalaba la cabeza de su nota.
Infobae publicó tres frases mencionadas por el embajador de Argentina, Carlos Raimundi. Una de ellas, según el periodista Carlos Ferreira, se la dirigió a México: “No estoy de acuerdo en que interfieran cuestiones de moralidad en las discusiones técnicas y políticas. Porque cuando uno invalida a la otra persona por su posicionamiento moral clausura la posibilidad del debate técnico y político”, dijo Raimundi.
Quise charlar con el embajador de Argentina para conocer sus matices sobre lo ocurrido durante la sesión de la OEA.
Vía telefónica pude contactarlo en Washington el sábado por la mañana.
El embajador Raimundi me comentó: “Existe una relación de mucha cofraternidad entre Argentina y México por una historia de valores comunes; existe una gratitud de Argentina hacia México por los ciudadanos que han acogido en México; existe una cofraternidad entre los dos presidentes (Alberto Fernández y AMLO) y un enorme respeto a la embajadora Baños”.
El embajador de Argentina fue reiterativo sobre su relación laboral con la embajadora Baños. “Palabras de respeto, y cofraternidad y admiración, hacia la embajadora”.
Sobre el tema técnico que se debatía en la sesión, el incremento del presupuesto de la OEA para el año 2024 (en 2023 es de 82 millones de dólares y la propuesta para el próximo año es de 92.1 mdd), el embajador Raimundi me comentó: “El (incremento del) presupuesto afecta mucho a México, Paraguay y Chile; a Argentina no afecta demasiado”.
En el fondo, lo que la embajadora Luz Elena Baños reclamó durante la sesión del Consejo Permanente era que no existían las facultades legales para aprobar un incremento presupuestal ya que se trataba de una sesión ordinaria.
Por otra parte, la nota de Infobae recuerda que el presidente López Obrador desea que la OEA desaparezca. Así lo ha dicho el presidente de México en varias ocasiones.
Los roces entre la OEA y el Gobierno de México han llegado a confrontaciones directas y públicas entre Luis Almagro, secretario general del organismo, y Marcelo Ebrard.
Es cierto, la OEA necesita evolucionar y eso se logra a través de reformas profundas, pero no con su desaparición. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) es un órgano fundamental y autónomo de la OEA. No puede recibir un trato similar al que AMLO le da a los órganos autónomos como son el Instituto Nacional Electoral (INE) o el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI).
Otro tema que amerita un análisis profundo, sobre el Servicio Exterior Mexicano (SEM), son las formas en las que operan los subsecretarios con los embajadores.
Los compañeros diplomáticos mexicanos de la embajadora Luz Elena Baños tenían la imagen de ella como una funcionaria trabajadora y profesional, sin embargo, cambió cuando Maximiliano Reyes llegó a la subsecretaría para América Latina y el Caribe.
A la embajadora Baños le envían sus discursos desde México, la monitorean y le dan instrucciones a través de WhatsApp. Es decir, no respetan su libertad en su alcance laboral del día a día.
Es claro que México opera con dogmas en la OEA.
@faustopretelin