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"Enamigos", ¿somos aliados o enemigos de Estados Unidos?
Un poco más de 40% de los estadounidenses considera que México es un enemigo de Estados Unidos, nos ilustra un infográfico que publica The Economist, elaborado con datos de YouGov. El porcentaje es idéntico al de los que consideran que México es un aliado de Estados Unidos. Alrededor de 15% no está seguro de lo que somos, aliados o enemigos.
“Enamigos” se titula el infográfico que publica The Economist. Nos entrega una serie de tiempo que empieza en el 2017 y tiene forma de un pez que se dibuja sobre fondo azul. En el gráfico, predominan los momentos en que “ganan” los estadounidenses que nos consideran aliados. Queda claro que hubo otro empate entre los que nos ven como aliados y los que nos consideran enemigos. Fue en 2018. Entonces era el segundo año de la presidencia de Donald Trump y había una energía antimexicana que nacía de muchos lados, entre ellos de las vísceras del ocupante principal de la Casa Blanca. México era uno de sus temas favoritos. Su disgusto era políedrico. Detestaba el déficit comercial el TLCAN, pero también la migración y, por supuesto, el tráfico de drogas. En campaña, había prometido construir un Muro. Era un proyecto, pero sobre todo un símbolo que cristalizaba esa obsesión trumpiana. Con el muro, argumentaba Trump, Estados Unidos estaría protegido de todo lo malo que nosotros representábamos para él: caos, migración ilegal, drogas, violencia y bad hombres.
¿Qué está pasando ahora, en 2023, que amerite otro empate entre los que nos ven como aliados vs los que nos ven como enemigos? Vale la pena ver con cuidado el infográfico. A mediados de 2020, se alcanzó el punto más alto en el porcentaje de los estadounidenses que nos veían como aliados, alrededor de 65%. En ese momento, menos de 25% nos veían como enemigos. Era el primer año de gobierno de Biden. La Casa Blanca había bajado las agresiones contra México y recuperaba los canales diplomáticos. La atención de todo el mundo se había desplazado hacia el Coronavirus. Los migrantes mexicanos desempeñaban algunos de los trabajos con más riesgo de contagio: enfermería, reparto a domicilio y cuidados domésticos. Muchos de ellos, hacían la tarea de los héroes.
Entre ese pico de mediados de 2020 y ahora han pasado algunas cosas. Las más relevantes son el final de la pandemia; la invasión de Rusia a Ucrania y el agravamiento de la crisis de salud pública en Estados Unidos, relacionada con las muertes provocadas por el consumo de fentanilo. La droga se ha convertido en el mayor “asesino” de estadounidenses que están en el grupo de edad entre 18 y 45 años. En 2022, un total de 109,600 personas murieron en Estados Unidos por abuso de drogas. Se estima que al menos 70% de estas muertes fueron provocadas por el fentanilo.
En todos estos años ha crecido el comercio binacional y México se ha convertido en un aliado estratégico para que Estados Unidos avance en su desacoplamiento de China. El comercio binacional era de 573,000 millones de dólares en 2018. Alcanzó los 779,000 millones de dólares en 2022.
Más de 2,000 millones de dólares diarios de intercambio comercial dan fe de la integración creciente de las economías de los dos países. Los 10 estados que se encuentran en la frontera binacional son tan fuertes económicamente que, si fueran un país, serían la cuarta economía del planeta. Es una relación relativamente joven, que tiene un gran futuro por delante. El próximo capítulo será el nearshoring, que tiene potencial para llevar a otro nivel esta relación y la integración.
¿Por qué la creciente interacción económica no produce más confianza… por qué no ayuda a reducir el porcentaje de los estadounidenses que nos consideran enemigos? En primer lugar, porque la relación entre lo económico y lo social no es mecánica, simple ni racional. En Estados Unidos, por ejemplo, la integración producen olas de proteccionismo que cuestionan las bondades de la relación económica con México. En segundo lugar, porque hay una agenda política en la que es super rentable pegarle a la Mexican Piñata. En las elecciones presidenciales de 2024, México estará en el centro. Los republicanos tienen buenas oportunidades de ganar y sus precandidatos principales están llenos de ocurrencias negativas hacia México. Con el pretexto de combatir el fentanilo, se declaran dispuestos a atacar territorio mexicano. De Santis y Trump se pelean por el palo para pegarle a la piñata.
En México, el presidente no da muestras de interesarse por cómo está cambiando el escenario en Estados Unidos. El infográfico de The Economist es brutal, pero sólo es una muestra de lo que está pasando. ¿Quién de los aspirantes a la Presidencia está mejor preparado para enfrentar las tormentas que vendrán desde Estados Unidos?