Lectura 4:00 min
Energía eléctrica; inversión, reto económico
¿De qué tamaño es el reto que tiene México en materia de electricidad para impulsar su crecimiento económico y aprovechar la relocalización de empresas o nearshoring?
De acuerdo con el diagnóstico más reciente de la Asociación Mexicana de Energía (AME), presidida por Abraham Zamora, México necesita invertir 120 mil millones de dólares en los próximos 3 lustros.
Es decir, tendría que invertir alrededor de 8 mil millones de dólares anuales por 15 años.
Es lo que se necesita para satisfacer la demanda eléctrica del país. Y por supuesto, para aprovechar la oportunidad que ofrece al mundo, y en particular a México, el fenómeno del nearshoring.
Específicamente ¿en qué se tendría que invertir?
Puntualmente, se tendría que aplicar el cuantioso monto de recursos en la transmisión, generación y distribución eléctrica.
La clave, del programa de inversión, es su orientación a la transmisión y distribución eléctrica. Sin transmisión, no hay transición energética, advierte el diagnóstico.
México necesita contar con energía suficiente, confiable y limpia para satisfacer sus propias necesidades y la de las empresas que buscan instalarse en el país.
La AME, es una organización que agrupa a 20 empresas globales líderes, en generación de energía, con operación en México.
En conjunto, tienen una capacidad instalada de 35,502 megawatts y una inversión superior a los 30 mil millones de dólares.
Entre otras, empresas, la AME representa a Mitsubishi Corporation, Naturgy, Iberdrola México, Shell Energy, Baker Mckenzie, Sempra, Grupo México, Mitsui, Saavi.
La cifra que calcula AME para el sector eléctrico, se basa en cifras y datos oficiales del Prodesen 2023-2037 e información del Cenace.
México, señala el diagnóstico de la AME, tiene la mayor oportunidad de atraer inversiones por el nearshoring, de entre los países de América Latina.
Refiere el análisis elaborado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en torno a las oportunidades totales de nearshoring por país en exportaciones adicionales de bienes.
Según la organización financiera internacional el nearshoring agregaría 78 mil millones de dólares en exportaciones de América Latina y el Caribe.
Y de ese gran total, México tendría oportunidades adicionales de exportación por 35 mil 278 millones de dólares.
El gremio de las empresas globales de energía en México identifica las oportunidades que representan mayores inversiones en el sector eléctrico nacional:
Relocalización de cadenas de suministro; atracción de inversiones, empleos de calidad; nuevas tecnologías-fuentes limpias; responsabilidad con el medio ambiente; impulso a la industria, comercio y servicios; oportunidad para tener tarifas más accesibles; energía eléctrica, suficiente, confiable y limpia.
Entre las acciones y recursos que identifica pa AME para aumentar la capacidad de generación eléctrica, están: inversión de 33 mil 600 millones de dólares, de los cuales se tendrían que destinar 15 mil millones de dólares a la energía solar; 9 mil 700 millones de dólares a la energía eólica; y 8 mil 900 millones de dólares a ciclos combinados.
Más un flujo de efectivo para actividades de inversión en CFE de 3 mil 400 millones de dólares por año (del 2018 al 2022).La AME destaca que del 2015 al 2022 sólo se concluyeron el 5% de los proyectos instruidos a CFE-Transmisión (Bancos de transformación).
En consecuencia hay una marcada congestión cuyo costo ascendió hasta el 2022, a 500 mil millones de dólares. El norte es la región más congestionada del país. Los principales corredores congestionados, son: Noroeste, Norte, Noreste, Occidental, Oriental-Peninsular.
El diagnóstico le fue presentado al coordinador de los foros y mesas de discusión en materia de energía del equipo de la candidata presidencial Claudia Sherimbaum, Dr. Jorge Islas Samperio, el pasado 20 de diciembre durante el foro: “Transición energética justa, soberana, sostenible y que mitigue el cambio climático”.
El próximo lunes, la AME se reunirá con la candidata presidencial de la oposición, Xóchitl Gálvez.
Independientemente del monumental monto de recursos que tiene que invertir México para satisfacer la demanda creciente de energía y aprovechar el nearshoring, lo que resulta evidente, es que en el tema de energía, el próximo gobierno, deberá tener claridad respecto a que, se puede ejercer la rectoría de Estado –y el gobierno ejercer su monopolio sobre la transmisión y distribución, a través de la CFE– y, al mismo tiempo permitir que fluya la inversión privada. Veremos.
