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Opinión

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¿Entendemos el contexto internacional?

En seis meses habrá candidata o candidato de Morena a la elección presidencial del 2024. Si nuestra cultura política prevalece, todos los oídos y las miradas en México y en el mundo voltearán a esa persona. 

No hemos sido capaces de cortarnos el cordón umbilical de los ciclos sexenales en las decisiones de inversión que se toman en el sector privado, nacional y extranjero.

El abanderado o la abanderada de Morena tendrá que hacer campaña en medio de un contexto internacional realmente complejo, con dinámicas geopolíticas y económicas inéditas. Algunas de ellas son:

1. El enfrentamiento entre China y Estados Unidos seguirá subiendo de tono, con una distancia cada vez más aguda entre ambas naciones e implicaciones enormes para la economía del mundo. Lo que está en juego es una hegemonía económica, tecnológica, política y militar; las cuatro íntimamente relacionadas. Los dos gobiernos compiten abiertamente por su capacidad de influencia en África, América Latina, India y Medio Oriente.

2. Europa y el Reino Unido endeudados hasta el cuello, gobiernos, empresas y ciudadanos, inmersos en la mayor amenaza económica desde mediados del siglo XX, con inmensos retos de crecimiento, pensiones, migración, entre otros. Mal acostumbrados al imperialismo, hoy tienen la difícil tarea de encontrar un equilibrio inteligente en su relación con Estados Unidos y China, que les coloque como actores relevantes en el contexto internacional. ¿Podrán, por ejemplo, incidir en una solución a la invasión de Ucrania?

3. La economía y sistema financiero global enfrentan un panorama preocupante en el corto y mediano plazo; habrá un menor ritmo de crecimiento económico en las principales economías del mundo y mantener los niveles de endeudamiento actuales es insostenible. Urgen dolorosos e impopulares recortes al gasto público. Tendremos altas tasas de interés durante un par de años, lo cual eleva el costo del servicio de las deudas (pública y privada) y encarece el financiamiento para nuevas inversiones.

4. La crisis del medioambiente hace indispensable acelerar la transición energética en el mundo entero. Las últimas medidas del gobierno de Joe Biden sobre la producción de autos eléctricos para 2032 son un ejemplo más en este sentido. Al igual que los crecientes costos en vidas y económicos en los países de menor desarrollo, producto de los desastres naturales a causa del calentamiento global.

5. Los conflictos bélicos en el mundo se han agudizado en los últimos años: Ucrania, por supuesto, pero también otros como Israel y Palestina, Yemen y Sudán, generan inmensos costos sociales y económicos, cuyos efectos trascienden las fronteras de dichas naciones.

6. Una revolución tecnológica brutal, algoritmos e inteligencia artificial que está transformando la vida cotidiana, la producción industrial, la agroindustria y los servicios, los sistemas de educación y salud. El futuro está ya en la cocina de nuestros hogares y exige definiciones regulatorias importantes en materia laboral, económica y social.

México tiene la enorme oportunidad de atraer flujos muy importantes de inversión privada y alcanzar mayores ritmos de crecimiento económico. Con un Estado fuerte y eficaz, que garantice certidumbre, pero que también haga su tarea con reglas claras para garantizar un desarrollo económico y social incluyente, el país podría tener sus mejores años por venir. Sin embargo, no es un cheque en blanco. México compite contra otros países y regiones para alcanzar estos objetivos.

De su visión sobre estos retos y oportunidades deberá hablar quien gane la encuesta de Morena.

Julio es egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM, con maestría en políticas públicas de la Universidad de Georgetown.

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