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Opinión

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¿Es el Banco de México un copión de la Fed?

El 2022 es, entre otras cosas, el año en el que los bancos centrales sacaron el látigo para tratar de meter a la inflación de regreso a la jaula. Empezamos este año con la tasa de interés del Banxico en 5.5% y la de la Reserva Federal en 0 por ciento. Lo cerraremos en niveles de 10.5% y 4.5% respectivamente.

En estos 12 meses pasamos de tener tasas que ofrecían rendimientos negativos a una situación peculiar: México tiene las tasas reales más altas, entre los países emergentes relativamente desarrollados, mientras que la Fed de Estados Unidos sigue ofreciendo tasas reales negativas, pero recibe críticas por el alto costo del dinero.

En serio y en broma se acusa al Banco de México de “estar copiando” a la Fed. Antier, en Washington, se decidió un incremento de 0.50%, aquí se hizo lo mismo, 24 horas después. Así fue con las cuatro alzas de 0.75 del segundo semestre. Primero lo hizo la Reserva Federal y luego el Banco de México. El hecho es que la brecha de tasas entre México y Estados Unidos se ha mantenido en seis puntos porcentuales. Es más que suficiente para darle mantenimiento a la musculatura del Super Peso.

¿El Banxico es copión de la Reserva Federal? Esto es una verdad a medias, a pesar de lo que digan los memes. La afirmación sólo vale para 2022 y de marzo en adelante. El banco central mexicano comenzó a subir las tasas de interés en junio de 2021, nueve meses antes que la Reserva Federal. A mediados de 2021, el gobernador del Banxico era Alejandro Díaz de León y la decisión de subir las tasas no tenía nada que ver con el entorno internacional. El índice de precios al consumidor estaba en 5.88%, muy por encima del 3% objetivo del banco central. Destacaban las alzas a los precios del jitomate, el limón y el gas doméstico. 

Las alzas continuaron con la llegada de Victoria Rodríguez Ceja al Banco de México. Se mueven al ritmo que toca la Fed, como lo hacen muchos bancos centrales en el mundo. Para muestra, lo ocurrido ayer 15 de diciembre. Además del Banxico, otros cinco bancos subieron sus tasas en medio punto porcentual: Inglaterra, Suiza, Dinamarca, Hong Kong y el Banco Central Europeo.

¿Qué tan efectivos son los incrementos en las tasas de referencia de los bancos centrales para combatir la inflación? En el debate económico, esta es una de las cuestiones que más veces se ha planteado a lo largo del 2022, un año en el que casi todos los bancos centrales del mundo han hecho incrementos significativos de sus tasas. La duda vale porque la alta inflación ha estado alimentada por diversos factores no monetarios: invasión de Rusia a Ucrania; desabasto de semiconductores; encierros draconianos en China; gasto público excesivo para levantar las economías devastadas por el covid; estructura oligopólica de  algunos mercados, como el de medicamentos, y malas cosechas relacionadas con el cambio climático.

Los niveles más altos de inflación en Europa, Estados Unidos y América Latina parecen haber quedado atrás, en la mayoría de los países, pero no queda claro que el descenso haya sido consecuencia de las acciones de los bancos centrales. Los precios internacionales del petróleo y los granos básicos alcanzaron máximos a mediados de año, luego de que el abasto de petróleo, fertilizantes y trigo se colapsara con el ataque de Rusia a Ucrania. Poco a poco los mercados se “normalizaron” y los precios empezaron a descender.

La inflación ya lleva dos meses bajando y los bancos centrales han contribuido a ese descenso, aunque es muy difícil establecer cuánto se debe a ellos y qué tanto a otros factores. En algunos países, como Turquía, podemos ver lo que pasa cuando la autoridad monetaria no hace su trabajo correctamente. Allá la inflación está en 85.5 y la lira turca se ha devaluado 29% en 2022, adicional al 44% del 2021. El Banco Central de Turquía tiene una tasa de referencia de 10.5% y busca seguir bajando ese número. El jefe de Estado, Tayyip Erdogan controla el banco y cree que bajar las tasas reduce la inflación.

¿Cuánto tiempo más seguirán las alzas en las tasas de interés? Los expertos proyectan que en Estados Unidos todavía queda un trimestre más, cuando menos. Dos incrementos de 0.25% y luego una pausa en las alturas, antes de comenzar a descender. ¿Seguirá el Banxico bailando al son que toque la Fed? Lo más probable es que sí. En estos tiempos, ponerse creativos en política monetaria puede salir muy caro.

lmgonzalez@eleconomista.com.mx

Licenciado en Economía por la Universidad de Guadalajara. Estudió el Master de Periodismo en El País, en la Universidad Autónoma de Madrid en 1994, y una especialización en periodismo económico en la Universidad de Columbia en Nueva York. Ha sido reportero, editor de negocios y director editorial del diario PÚBLICO de Guadalajara, y ha trabajado en los periódicos Siglo 21 y Milenio. Se ha especializado en periodismo económico y en periodismo de investigación, y ha realizado estancias profesionales en Cinco Días de Madrid y San Antonio Express News, de San Antonio, Texas.

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