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"Es la economía, estúpido"
En la campaña electoral de Bill Clinton en 1992, su estratega James Carville, señaló que la campaña debía enfocarse sobre temas muy vinculados con la vida cotidiana de los ciudadanos y sus necesidades más inmediatas. Carville diseñó tres mensajes simples: “Cambio vs. más de lo mismo; es la economía, estúpido; y no olvidar el sistema de salud”. Los eslóganes resultaron decisivos para modificar la correlación de fuerzas y derrotar a Bush, contra todo pronóstico. La segunda frase sobre la economía es la que más ha trascendido y se han adaptado diferentes variantes de ella.
Politólogos han reconocido que, en casi todo el mundo, los resultados y las perspectivas económicas son un fuerte predictor de resultados electorales. Como lo señala el conocido economista Kenneth Rogoff, a los votantes no les gustan las recesiones ni la inflación. Citando a Rogoff (Foreign Affairs Latinoamérica, octubre-diciembre 2023): “En una encuesta del Pew Reserach Center de agosto de 2022, más de tres de cada cuatro estadounidenses encuestados (77%) dijeron que la economía era su principal preocupación en las elecciones”. Otra encuesta posterior indicó que la inflación continuaba siendo, a pesar del descenso, la principal preocupación de los votantes, más que el aborto y los servicios médicos.
Estados Unidos enfrenta una coyuntura económica pre electoral complicada. Aunque la economía luce robusta y cada vez se disipa más la posibilidad de una recesión prolongada y profunda, se mantiene la incertidumbre sobre el desarrollo de ciertos sectores. Por otro lado, si bien la inflación se ha reducido, según Powell “aún falta un buen trecho para llegar a la meta del 2%”. A la Reserva Federal le preocupa el momento adecuado para iniciar un ciclo de baja de tasas de interés al filo de la campaña electoral presidencial. Un descenso a destiempo pudiera reavivar las presiones inflacionarias. Y retrasar demasiado la baja pudiera impactar la actividad económica. Esto es prueba de que a pesar de la independencia de los bancos centrales, éstos no actúan en un vacío político.
Pasando a México, AMLO ha destacado una y otra vez, y Claudia lo utilizará en la campaña, de que la baja de la inflación, la estabilidad del tipo de cambio y finanzas públicas sanas son “sus” grandes logros económicos. Pero la desaceleración del aumento de precios es mérito de la política monetaria del Banco de México, la estabilidad de tipo de cambio no es producto de alguna política pública específica sino de condiciones de mercado y el supuesto equilibrio de las finanzas públicas es falaz ya que se han debilitado. Tres grandes mentiras.
La candidata Xóchitl requerirá un estratega pragmático tipo James Carville que le pueda diseñar lemas sencillos pero directos. Por ejemplo, aunque ya trillado, el “cambio vs más de los mismo” funcionaría. Otro lema relativo al precario sistema de salud enfatizaría que no hay suficientes medicinas, doctores, equipo ni servicios hospitalarios de calidad. Finalmente, una variante con “son las finanzas públicas, estúpido” que cuestione las grandes falacias que la 4T presume, contribuiría a proponer una política fiscal sensata.
Twitter: @frubli