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Opinión

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Esto es lo que sí mueve la paridad peso-dólar

¿Con qué cara podría el Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) subir su tasa de interés en su reunión dentro de dos semanas cuando la inflación general del mes pasado está ya en 3 por ciento?

Eso es lo que alteró los mercados la mañana de ayer y que vimos claramente con la caída del índice dólar, que nosotros en México vimos con la apreciación del peso frente a la moneda estadounidense con niveles inferiores a los 17 por unidad.

Lo que podrían responder desde el bunker del banco central estadounidense es que ellos ven más allá de la fotografía de un dato y que, en todo caso, notaron que la inflación subyacente se ubicó el mes pasado en una tasa de 4.8% anual, lo que habla de un trabajo pendiente en el control de las expectativas inflacionarias.

Con todo y el gratificante dato inflacionario de Estados Unidos y la reacción de los mercados, el barómetro de los analistas se sigue inclinando hacia un aumento de 25 puntos base en la reunión del 25 y 26 de este mes de julio.

Es más probable un golpe de autoridad de la Fed, quizá un último golpe, que dar la impresión de que se suben al optimismo de que el problema inflacionario y pasó.

Una inflación subyacente cercana a 5% parece razón suficiente para un mensaje que no deje espacio de especulación en los mercados. Pero también genera la duda razonable de que la tasa terminal de esta fase restrictiva de la política monetaria será ese rango entre 5.25 y 5.50% que habría de decidirse en menos de dos semanas.

Después de julio, la siguiente reunión de política monetaria de la Fed será el 19 y 20 de septiembre. El propio presidente de la Fed, Jerome Powell, descartó la posibilidad de dos incrementos consecutivos.

Y si la inflación consolida su desaceleración, entonces lo que vimos fue la celebración de un último aumento a la tasa interbancaria estadounidense antes de finales de este mes.

Lo que sí debe parar es la especulación interna sobre las razones por las cuales el peso llegó a tocar 16.80 por dólar.

En el mundo fantasioso de los otros datos matutinos equiparan la fortaleza del peso con una especie de ovación de pie del mundo financiero a las políticas públicas de este régimen. Lo que hay es un impasse en la inversión productiva y una fiesta en la inversión financiera en un mercado líquido y bien calificado que hoy garantiza buenos retornos.

Pero también hay otras versiones de fantasía que hacen referencia a supuestos análisis políticos que hablan de una eventual derrota en el Congreso del grupo político del Presidente y que, por lo tanto, no tendría los votos suficientes para cambiar la Constitución a partir de agosto o septiembre del próximo año y que por eso hoy gana el peso.

El mundo de la propaganda presidencial es ya muy pequeño y sólo para su clientela, mientras que la oposición y sus posibilidades de éxito electoral son algo que hoy no pintan para nada en las expectativas del mercado. Más seriedad.

ecampos@eleconomista.mx

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Su trayectoria profesional ha estado dedicada a diferentes medios. Actualmente es columnista del diario El Economista y conductor de noticieros en Televisa. Es titular del espacio noticioso de las 14 horas en Foro TV.

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