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FUNO, en pos del nearshoring
En breve se realizará en la Bolsa Mexicana de Valores, la Oferta Pública Inicial (OPI) más importante y cuantiosa que se haya registrado desde el año 2017 y, en paralelo, se realizará la segregación del primero y más grande fideicomiso de inversión en bienes raíces en México, Fibra Uno.
La intención es crear una Fibra Industrial que buscará aprovechar la relocalización de empresas o nearshoring a través de la consolidación de todo su portafolio industrial, más la aportación de los bienes industriales de la familia El Mann.
Hay que decir que Fibra Uno, opera 623 propiedades a lo largo del territorio nacional. Hoy el valor de sus activos es de ¡330 mil millones de pesos!.
Entre los inmuebles que administra están algunos de los principales rascacielos, centros comerciales (Mítikah, tal vez la más emblemática) y parques industriales de México.
La Fibra Uno no desaparece. De hecho, será la “mamá” de la nueva Fibra Industrial, cuyo nombre todavía está en definición, y estará relacionada con el nearshoring y, bien podría llamarse F-NS.
Funo mantendrá proporcionalmente los flujos de su participación en el portafolio industrial.
FUNO no vende o se desinvierte de su portafolio industrial; FUNO planea mantener el control y consolidación de la Fibra industrial.
El director general adjunto de Fibra Uno, Gonzalo Robina, asegura que el nearshoring tendrá un impacto positivo para México equivalente o incluso superior al que tuvo en su momento la firma del Tratado de Libre Comercio Norteamericano (TLCAN), en los años 90s.
La segregación de Funo y la constitución de la Fibra Industrial se realizarán en virtud de la potencialidad del nearshoring en México.
Advierte el ejecutivo que en los últimos meses se ha visto un crecimiento importante en la demanda por espacios industriales en el país como consecuencia del crecimiento del sector logístico por el impulso del e-commerce, así como por la reubicación de las cadenas de valor y suministro globales.
México –dice– tiene una enorme oportunidad con el nearshoring porque es un país con vocación de producción, y requiere expandir su capacidad de espacios industriales.
Los números muestran con claridad la dimensión del reto.Estados Unidos tiene 650 millones de metros cuadrados de naves industriales. Es un país 3 veces más grande que México.
China tiene 3 mil millones de metros cuadrados de naves industriales. Y es precisamente de China de donde se están saliendo las empresas para ubicarse cerca de EU.
Si México pudiera captar al menos el 10% de lo que salga de China, podría tener un enorme beneficio. México podría duplicar al menos su actual capacidad de naves industriales que suman 65 millones de metros cuadrados.
Esa cantidad se construyó desde los años noventa hasta la fecha. Aunque el pionero de los parques industriales en los años 60s, fue Jaime Bermúdez en la época de las maquiladoras y posteriormente fundador de la Asociación Mexicana de Parques Industriales Privados.
Moises El Mann Arazi es el presidente del consejo técnico de Fibra Uno que opera como un fideicomiso de inversión, cotiza en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) y es posible adquirir certificados bursátiles.
Los hermanos Moisés, André y Max El-Mann Arazi son las personas tras la administración de este fideicomiso que en poco más de una década pasaron de 40 a las 623 propiedades en los últimos 11 años.
Robina tiene claro que México tiene una gran oportunidad con el nearshoring, pero también tiene enormes desafíos.
Hacen falta –apunta– energías limpias, distribución eléctrica, eficiencia en las aduanas y puertos, agua y personal capacitado.
Anota que hay muchos proyectos de energía limpias paradas y que muchas de las soluciones que se requieren las puede realizar la iniciativa privada. Del sector público se requiere más inversión en infraestructura.
El Corredor Transístmico tiene mucha potencialidad y FUNO tiene inversiones y planes en Salina Cruz, Coatzacoalcos y Quintana Roo.
La amenaza o competencia para México es Vietnam pues tiene 120 millones de metros cuadrados de naves industriales.
La ventaja de México frente a China es que su mano de obra ya es más cara que la mexicana.
Funo convoca a asamblea para el próximo 9 de octubre y planea realizar la OPI este mismo año, luego de que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores y el SAT den las autorizaciones correspondientes.
Cuando se escucha que además de optimismo hay cuantiosas inversiones, como las que hará Funo, el nearshoring deja de ser etéreo. Ojalá que México aproveche ese tren llamado relocalización.