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Fármacos psiquiátricos, el otro desabasto; y Psicofarma en el mismo costal que Pisa
Otro rubro muy delicado de desabasto es el de medicamentos psiquiátricos. El problema viene desde el 2019, pero en lo que va del 2021 se ha agravado. Los pacientes más afectados son los diagnosticados con bipolaridad, esquizofrenia, autismo, retraso mental, trastorno limítrofe de la personalidad y con estrés postraumático.
Y los que más sufren son los pacientes de menores recursos sin posibilidad de comprarlos en la farmacia. Y es que aunque los faltantes son medicamentos genéricos, el costo de dichos tratamientos superan los mil pesos al mes.
Aquí la empresa farmacéutica protagonista es Psicofarma, empresa farmacéutica 100% mexicana que en muchos fármacos de salud mental es la única proveedora del Gobierno y quizá por ello la han metido en el mismo costal que Laboratorios Pisa.
Ambas empresas fueron inhabilitadas por la Secretaría de la Función Pública, pero ambas obtuvieron un amparo y pueden seguir vendiendo al Gobierno porque en sus portafolios nadie les gana en precio ni en diversidad de opciones terapéuticas; el dominio de Pisa en oncológicos lo tiene Psicofarma en psiquiátricos. Pero en la compra UNOPS, con todo y que Pisa y Psicofarma ofertaron con muchas claves a precios inmejorables, ninguna de ambas empresas mexicanas fue asignada pues se prefirió dejarlas como claves desiertas a costa de muchos pacientes que hoy están desestabilizados.
El caso de Psicofarma
A lo de UNOPS se suma el letargo de Cofepris durante el periodo de su extitular José Novelo que por dos años literalmente paralizó todo tipo de trámites y autorizaciones sin alcanzar a percatarse de que no dañaba tanto a las empresas como a los pacientes que quedaron sin su terapia. Y cuando llega la pandemia redujo su planta laboral, decidiendo atender exclusivamente los rubros relacionados con Covid.
En fármacos psiquiátricos apenas se empezaron a agilizar las cosas con Cofepris gracias a la intercesión de un médico psiquiatra el Dr Juan Manuel Quijada Gaytán, director de los servicios de atención psiquiátrica de la Comisión Coordinadora de Institutos Nacionales de Salud (CCINSHAE) que se acercó a Psicofarma para preguntar porqué la carencia de fármacos tan vitales que afecta ya a tantos pacientes. La empresa pudo explicarle sobre el embudo en Cofepris y el médico fue a explicarle al regulador sanitario que entonces captó el problema y aceptó finalmente escuchar a la industria y desatorar trámites para que siga produciendo. Canifarma consolidó un listado de trámites para tratamientos fundamentales en salud mental.
A Psicofarma en particular recién le liberaron la renovación del registro de clozapina, un fármaco utilizado para esquizofrenia. La empresa llevaba 6 meses tocando la puerta e implorando que le ayudaran a sacar su trámite. Incluso la Asociación Psiquiátrica Mexicana (APM) en mayo emitió una carta urgiendo a reabastecer clozapina. APM estima viven en México dos millones de personas con dicho padecimiento, y para muchos la clozapina es el único que les permite mantenerse estables. La psiquiatra Nydia Betancourt nos explica que la clozapina es usada como último recurso en pacientes que no responden a ningún otro medicamento; y el desabasto es muy riesgoso para ellos porque al no tener alternativa, se desestabilizan y pueden tener brotes psicóticos que ponen en riesgo su vida y sus relaciones.
Una crisis previa fue por la carencia de litio, base terapéutica fundamental para trastorno bipolar, riesgo suicida y ciertas formas de depresión. que igual sufrieron muchos pacientes; en agosto del 2020 igual tuvo que intervenir la APM urgiendo su reabastecimiento.
Igual han escaseado el fenobarbital -igual recurrido para bajar riesgo suicida o para epilepsia- medicamentos para trastorno por déficit de atención (TDA) y ansiolíticos como clonazepam, diazepam, loracepam y alprazolam.
Con tantos problemas por desabasto, a estas alturas ya nos debería haber quedado claro que la producción farmacéutica es una variable crucial en la operación del sistema de salud y el que la farma nacional no tenga credibilidad ante el Gobierno nos ha salido demasiado costoso. En cualquier sistema de salud los productores locales de insumos son un aliado importante y estratégico. Y aquí la 4T decidió etiquetarla como el gran enemigo en su discurso anticorrupción. Pero obvio es que tal discurso ya se desgastó, y tras dos años y medio es insostenible si el Gobierno no da evidencia de esa corrupción con algún caso conformado de algún perseguido o detenido. Y más insostenible son los elevados costos para los pacientes.
Sputnik, la tercera envasada en México
Una gran noticia fue el anuncio de Pedro Zenteno, titular de Birmex, de que México también envasará la vacuna rusa Sputnik. Y se supone Birmex está analizando a varios laboratorios nacionales con certificado de Buenas Prácticas de Manufactura (GMP) de Cofepris y licencias para fabricar vacunas. Entre los que ya levantó la mano está Landsteiner, laboratorio que previamente ya habia tenido contacto con el Instituto Gamaleya de Rusia. Liomont y Drugmex están a tope con el envasado de Astra Zéneca y Cansino, respectivamente. Así que ya conoceremos cuales otros laboratorios son. Lo importante aquí es que Zenteno ya no hace caso de los prejuicios de la 4T y aprovechará la capacidad farmacéutica instalada en el país.
Conamer publica Reglamento para la gratuidad
La Comisión de Mejora Regulatoria (Conamer) publicó hace unos días el esperado Reglamento que se supone marcará el camino para cumplir con aquella promesa de medicamentos y atención gratuita para todos, incluidos los no derechohabientes, es decir los mexicanos cubiertos por el Insabi.
Se trata del “Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Prestación Gratuita de Servicios de Salud, Medicamentos y Demás Insumos Asociados para las Personas sin Seguridad Social”.
Es muy importante pues ha sido un eslabón faltante para definir bien cómo el Insabi cubrirá a todos gratuitamente, de qué manera, y bajo qué modelo, pues desde que desapareció el Seguro Popular muchos aspectos vitales han quedado en el aire, y no está claro cómo se cubrirán muchos padecimientos, en particular cómo se ejercerán los recursos.
Por lo pronto queda claro que no es cierto que Insabi cubrirá todos los tratamientos ni que habrá medicamentos gratuitos para todos, como lo ha prometido este Gobierno. Conforme expertos consultados, dicho reglamento establece cómo se integrarán los fondos y deja ver que la cobertura será progresiva, pero no define bajo qué modelo operarán. Así que nos queda seguir esperando que la 4T explique su modelo de atención.
maribel.coronel@eleconomista.mx
Twitter: @maribelrcoronel