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Opinión

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Fiestas sustentables

Uno de los grandes temas en la agenda mundial concerniente al cambio climático y el combate del hambre es la sustentabilidad de los medios de producción y consumo de nuestra alimentación. En estas fechas de fiestas, por lo menos en el mundo occidental, bien vale la pena reflexionar acerca de la forma en la que celebramos y consumimos afecta a nuestro planeta y a las generaciones futuras.

Las prácticas alimentarias en torno a las fiestas de fin de año son de suma importancia. La convivencia alrededor de la comida constituye en esencia el festejo de la Navidad, que contemporáneamente ha trascendido los significados religiosos para convertirse en una fecha de celebración de carácter civil, no importando muchas veces el credo que profesen las personas. Debido a la importancia de la comida en estas fechas, el menú y las preparaciones adquieren significados diferentes según el círculo social en el que se consuman, pero sin lugar a duda, en muchos círculos constituyen tradiciones que datan incluso de generaciones. Desde lo que se prepara hasta cómo se sirve, pasando por la receta especial que se realiza para conmemorar estas fechas.

En este marco de festividad y trascendencia de los significados sociales de la navidad, es pertinente cuestionarnos sobre cómo readaptar nuestras prácticas en torno a las fiestas decembrinas para hacerlas más sustentables. Dicho de otra manera, cómo hacer que se genere menos desperdicio en todo sentido y que nuestros consumos tengan el menor impacto posible al medio ambiente Es curioso pensar que en México la tradición del famoso recalentando donde se comen las sobras de lo que se cenó en la Nochebuena, o incluso, hasta muchos días después de la Navidad es algo esperado en muchas familias. La preparación del menú de Nochebuena contempla incluso cantidades que aseguren la repetición de los platillos. ¿Por qué durante las fiestas decembrinas el recalentado es algo deseado y en muchos hogares durante las comidas cotidianas, la comida recalentada es a veces rechazada? Pensemos que el desperdicio de comida es uno de los grandes problemas a nivel mundial que genera impactos negativos al medio ambiente, por los recursos utilizados para producir un alimento que finalmente no fue consumido.

Discursos contemporáneos sobre la Navidad frecuentemente la relacionan con el consumismo. No es esta la única dimensión en la que se manifiesta la celebración de la navidad en épocas contemporáneas. El altruismo, la reunificación de círculos sociales que comúnmente están separados o la solidaridad son dimensiones que no han dejado de estar presentes en estas celebraciones. Aunque para muchas personas podría ir en contra de la tradición, es momento también de cuestionarnos sobre los usos de plásticos en la cena o la elección de ciertos ingredientes en el menú. El consumo de ingredientes de producción local o de temporada, además de apoyar al comercio, generan un impacto positivo en el ambiente.

El uso de plásticos para la cena, como en desechables o utensilios, hoy presenta otras alternativas más sustentables con platos biodegradables. La adaptación de nuestras prácticas sociales en torno a la comensalidad de la Navidad para hacerlas más sustentables no tiene por qué poner en cuestión los significados más importantes de las fiestas de fin de año y por el contrario, pone en relieve los valores fundamentales sobre los que se construye la tradición de la celebración. Poner un poco de reflexión sobre nuestras maneras de consumir puede significar un cambio positivo para generaciones futuras.

Columnista de alimentación y sociedad. Gastronauta, observadora y aficionada a la comida. Es investigadora en sociología de la alimentación, nutricionista. Es presidenta y fundadora de Funalid: Fundación para la Alimentación y el Desarrollo.

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