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Financiamiento para proyectos de agricultura protegida
Durante los últimos años, la superficie de agricultura protegida ha aumentado en el país, y puesto que representa grandes montos de inversión en comparación con la agricultura a campo abierto, cuenta con mayores beneficios en cuanto al control del cultivo, y la mejora en calidad y rendimientos, ya que, además, mitiga los riesgos asociados a los factores meteorológicos, que con el cambio climático se ha convertido en un aspecto fundamental a considerar
Este tipo de proyectos de agricultura protegida cuenta con ciertas necesidades de inversión, las cuales varían considerablemente de acuerdo con el grado de tecnología, mismas que se pueden satisfacer a través de diversos instrumentos financieros que a grandes rasgos se dividen en dos rubros:
Los de corto plazo que sirven de apoyo a la operación de las empresas y se utilizan para cubrir las necesidades propias de la producción, como son insumos, materias primas, mano de obra, empaque y comercialización, entre otros.
Para ello se cuenta con créditos de avío, capital de trabajo, prendarios, quirografarios, factorajes y reportos, los cuales se recuperan con base en el ciclo operativo de la empresa.
Los de largo plazo que se utilizan para cubrir las necesidades de inversión fija de mediano y largo plazo, como la estructura de los invernaderos, macrotúneles, sistemas de riego, maquinaria y equipo, entre otros.
En este sentido, los créditos refaccionarios y el arrendamiento en sus diferentes modalidades, son los instrumentos adecuados para llevar a cabo la adquisición de activos que finalmente impactarán en la productividad de las empresas en el tiempo y por ello su plazo de recuperación se realiza en varios ciclos operativos.
En resumen, los esquemas de financiamiento para estos proyectos en la mayoría de los casos se adaptan a las condiciones particulares cada proyecto, con la finalidad de tener una mayor probabilidad en la recuperación de los financiamientos y contribuir con el crecimiento de las empresas.
Particularmente, en los proyectos atendidos en coordinación con la banca comercial y la banca de desarrollo o de segundo piso como FIRA, se tiene registro de muchos casos de éxito que se ponen a disponibilidad del acreditado para que pueda conocer todos los productos y servicios de apoyo que pueden contribuir al éxito de cada proyecto.
Cabe mencionar que para mayor información sobre la implementación de tecnologías de agricultura protegida, FIRA cuenta con cinco centros de desarrollo tecnológico, de los cuales, tres se ubican en Michoacán, Morelos y Guanajuato, cuentan con información, asesoría técnica y capacitación para iniciar o mejorar los proyectos de agricultura protegida y promover su vinculación al crédito que ofrece FIRA a través de la red de intermediarios financieros con los que opera sus recursos.
*Dulce María Flores Díaz es titular de la agencia de FIRA en Dolores Hidalgo, Gto. La opinión aquí expresada es de la autora y no necesariamente coincide con el punto de vista oficial de FIRA