Lectura 3:00 min
Finanzas Digitales ¿la solución para aumentar el acceso al sistema financiero?
La semana pasada la gobernadora del Banco de México anunció que en tres años podría estar lista para operar la Moneda Digital (MD) y que esta formará parte de las acciones que esa institución realiza para tener una mayor inclusión financiera. Este anuncio pone a Banxico junto a una lista de al menos 10 bancos centrales que están considerando activamente las MD como una herramienta para reducir las barreras de acceso a los servicios financieros.
Esta motivación no es exclusiva de los Bancos Centrales, las empresas de tecnología financiera (fintech) también citan ampliamente que la adopción de tecnología e innovación en los servicios financieros los harán más accesibles al público en general. Ciertamente, si queremos atraer más personas al sistema financiero formal, la posibilidad de hacer transacciones a bajo costo, a una mayor velocidad y con acceso limitado a la infraestructura de telecomunicaciones son características altamente deseables.
México es pionero en la modernización del sistema financiero. Hace más de 15 años que se adoptó el SPEI, el sistema de pagos interbancario en tiempo real y sin límites en el número o monto de las transacciones y a muy bajo costo. También, con la firma electrónica, tenemos una forma segura para identificarnos que ya es de uso común. Más recientemente, CoDi, la plataforma de Banxico, permite realizar transferencias electrónicas entre cuentas de depósitos de personas físicas y morales utilizando la infraestructura del SPEI, sin costo. Estos sistemas son robustos y ya tienen en operación el tiempo suficiente para conocer sus alcances.
Los elementos del sistema de pagos electrónicos en México ya cuentan con cualidades requeridas para la implementación de una MD. Sin embargo, todavía existe un desconocimiento entre la población de los beneficios de adoptar la tecnología y los servicios ya existentes. Adicionalmente, falta de confianza en los pagos digitales y carencia de infraestructura de telecomunicaciones constituyen obstáculos para potenciar la tecnología de pagos existente.
La promoción y educación en el uso de CoDi sería un buen punto de partida. El hecho de que su uso no tiene costo alguno lo hace el mecanismo ideal para hacer micropagos, esos que actualmente son realizados principalmente en efectivo. Por ejemplo, podríamos pagar en la cafetería, la tienda y la panadería usando CoDi de manera segura. Y si para obtener efectivo se necesita viajar kilómetros al cajero más cercano, el incentivo de usar y mejorar CoDi es aún mayor.
Para que CoDi sea una herramienta de inclusión financiera, es necesario que los participantes del SPEI incluyan entre sus productos cuentas básicas, de fácil enrolamiento y bajo costo que puedan explotar los beneficios de CoDi. Adicionalmente, la incorporación de su uso en terminales punto de venta (TPV) y en cajeros automáticos (ATM) haría que la adopción del sistema fuera más tersa. La combinación de estos elementos resultaría en acceso universal al sistema de pagos en corto tiempo y a bajo costo.
Por otra parte, Banxico y otras instituciones del sector público deben de redoblar los esfuerzos para incentivar el uso de medios digitales y al mismo tiempo reducir los riesgos. Esto debe de ir acompañado de programas de educación financiera y digital, regulación orientada a los detalles operativos, incluyendo ciberseguridad y políticas que incentiven cambios tecnológicos para el beneficio de la sociedad.