Lectura 4:00 min
Finanzas públicas: deuda y pensiones, los lastres
Sin guardaditos, con una inflación al alza y una evidente desaceleración económica, el gobierno mexicano tendrá que recurrir a una mayor deuda el próximo año 2023.
El Presupuesto de Egresos de la Federación Ejercicio Fiscal 2023 (PEF 2023) contempla una partida de un billón 79 mil millones de pesos para la deuda pública.
Esta cantidad representa un aumento de 29.9% respecto al PEF del año en curso. En otras palabras, subirá casi 30% el costo de la deuda del sector público.
El monto del aumento en el costo de la deuda, es ligeramente superior al aumento en el gasto que prevé realizar el gobierno mexicano el próximo año. O sea que, mientras que la secretaría de Hacienda está proyectando aumentar el gasto para el 2023 en 1.2 billones de pesos.
Por el otro lado, va por más de un 1.7 billones de pesos de endeudamiento para 2023. Hay que decir que en realidad no es una novedad el peso que tiene el costo de la deuda en las finanzas públicas.
De hecho, es un problema crónico que se viene arrastrando desde hace varios años. Las pensiones y el costo de la deuda son dos de los más importantes lastres de las finanzas públicas, desde hace varios años.
Sin embargo, lo que hoy preocupa a la mayoría de los analistas es precisamente el aumento de los compromisos relacionados con las pensiones, cuyo peso se hizo mayor, al agregar la pensión universal que tiene un costo creciente.
Además de los sobre costos de las obras insignia del actual gobierno. Pero volviendo al tema, ¿cuáles son los objetivos específicos de ésta administración?: financiar los programas sociales del actual gobierno, las obras icónicas, así como otros rubros relacionados con las pensiones y el costo financiero de la deuda.
Al registrar las críticas de los analistas especializados respecto del aumento de la deuda, el Jefe del Ejecutivo acusó este fin de semana que la deuda pública de México aumentó en gran medida por el rescate a bancos y grandes empresas durante los gobiernos anteriores, “los neoliberales”.
Lo cierto es que el pago de los compromisos que el gobierno cubre a través del IPAB, varían al alza al registrarse aumentos en las tasas de interés de referencia de Banxico.
Pero también es cierto que el gobierno lopezobradorista tiene márgenes muy restringidos en el manejo de las finanzas públicas, por el elevado costo de las obras insignia y los programas sociales.
Adicionalmente, los ingresos dependen del crecimiento económico que se registre.
El gobierno mexicano proyecta alcanzar ingresos por 4 billones 620 mil pesos. Esta cantidad representa un aumento de caso 10% (9.9%), con base en la continuación de su campaña de fiscalización.
La eficacia de Raquel Buenrostro en la fiscalización está probada. Sin embargo, el comportamiento del aparato productivo depende del crecimiento económico.
La proyección gubernamental de un crecimiento de 3% es muy elevada y poco factible. En eso coinciden los expertos.
En consecuencia, los ingresos esperados podrían ser menores. Para la directora de análisis de Banco Base, Gaby Siller, la posibilidad de que se incumplan las proyecciones de crecimiento económico del gobierno y de que aumente la deuda como proporción del PIB, podría llevar a un recorte en la calificación crediticia de la deuda soberana de México.
La especialista advierte que con el endeudamiento propuesto para el 2023, si el PIB crece 2% o menos este 2022 y el siguiente año 2023, la razón deuda/PIB subirá de 50%.
Al rebasar la deuda ese nivel, se incrementará la probabilidad de un recorte en la calificación crediticia de la deuda soberana de México. Siller apunta que es poco probable un crecimiento de 3% para México en 2023, dadas las condiciones de alta inflación, alzas en tasas de interés y desaceleración económica en EU.
En conclusión, el gobierno actual gozó de la herencia de las finanzas públicas sanas de los gobiernos neoliberales, incluidos los guardaditos como se conoce popularmente a los distintos fondos de recursos –y los recursos de los fideicomisos– que también se gastaron en lo que va de esta administración.
Ahora viene un nuevo desafío en materia de finanzas públicas. No hay guardaditos, hay un menor margen de maniobra en finanzas públicas, una elevada inflación y el crecimiento económico es incierto. Al tiempo.