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Opinión

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Futurismo sobre Salud y el equipo de Kershenobich

El doctor David Kershenobich, designado secretario de Salud en el próximo gabinete, debe estar muy ocupado definiendo las principales líneas de su mandato, bosquejando escenarios y quiénes integrarán su equipo. Pero sobretodo debe estar viendo cómo recuperar y acrecentar el mísero presupuesto que le dejó a la dependencia el gobierno de López Obrador.

Ya sabemos que la austeridad de AMLO donde se cumplió a pie juntillas fue en salud, y en 2024 le recortó más de la mitad de su presupuesto anual (102,000 millones de pesos) a la dependencia rectora de la salud nacional y, como no hubo secretario que la defendiera, la Secretaría de Salud quedó debilitada. No tuvo con qué cubrir su labor en vacunación o en segmentos clave como área materno infantil, adolescencia y equidad de género.

Y todo por pasarle más recursos al nuevo organismo IMSS Bienestar que debe cubrir a la población no derechohabiente, pero es la hora en que aún no tiene directrices claras sobre cómo ejercer los recursos y sigue terminando de constituirse.

Está por verse si el equipo de transición de Claudia Sheinbaum pueda injerir en el PEF-2025, pero lo más probable es que sea hasta 2026, de modo que la SS arranque el sexenio disminuida y sin dientes suficientemente sólidos para jugar su papel rector del sistema como corresponde.

Ahora, en cuanto al equipo de Kershenobich, el futurismo está a todo lo que da. Sólo son dos subsecretarías -Hugo López-Gatell impulsó la desaparición de una, sin lograrlo- y en radio pasillo se manejan nombres como Alejandro Svarch -que en caso de dejar la titularidad de Cofepris, podría quedar en su lugar el comisionado Pablo Quiroga que ha demostrado gran talento y visión de autoridad ante los regulados- pero hay otros nombres que causan sorpresa como Roberto Tapia, quien ya fue subsecretario y -se dice- podría ser incluido a propuesta del ingeniero Carlos Slim que es cercano a Sheinbaum.

De los que se han visto acercarse al equipo buscando continuar, están Marcos Cantero (hoy en el CSG) y el actual subsecretario Ruy López-Ridaura.

Pero entre los de plano descartados están el exsubsecretario Hugo López-Gatell -quien más bien anda viendo con la jefa electa capitalina Clara Brugada-, y Gustavo Reyes-Terán, quien incidió con rigor en la red de institutos de alta especialidad y en vez de apoyo entre los directores, cosechó en la mayoría más bien temor. Será interesante a quien se considere para CCINSHAE que seguro será una posición estratégica que al Dr. Kershenobich le interesa mucho y consensuará con la nueva secretaria de Ciencia y Tecnología Rosaura Ruiz.

La gran incógnita es quién quedará a cargo de los grandes institutos y verdaderos operadores de la salud pública: IMSS, IMSS Bienestar e ISSSTE.

Es muy probable que Zoé Robledo continúe con doble cachucha, como titular del IMSS y como presidente de la Junta directiva de IMSS Bienestar. Y junto con el nuevo titular del OPD, le tocará consolidar la integración de los prácticamente 24 estados adheridos -pues ya se da por hecho que Yucatán, ahora de Morena, se sumará- quedando hasta ahora 8 no adheridos: Aguascalientes, Coahuila, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Jalisco, Nuevo León y Querétaro.

La del ISSSTE es otra posición donde podría permanecer la actual directora Bertha Alcalde Luján. En tanto, en Birmex -otro espacio vital- urge alguien estratégico con capacidad y talento para organizar y ejecutar las compras de insumos, y ojalá de una vez por todas resolver el desabasto generado por el gobierno saliente.

Adiós Acapulco

Algo que tendrá que definir pronto la nueva administración es el regreso de la sede oficial de SS a la ciudad de México, pues hasta la fecha sigue siendo Acapulco, Guerrero, lo cual quedará como uno más de los sinsentidos históricos de este sexenio con el sector salud. En los hechos desde el huracán Otis se regresaron casi todos; Juan Ferrer es el único directivo que mantuvo su oficina allá, pero haciendo nula labor para Salud, más bien -nos dicen nuestras fuentes- enfocado en acciones para el Tren Maya.

Conforman sindicato Universidad de la Salud (Unisa) e IMSS Bienestar

Resulta que desde noviembre de 2023 fue formado el Sindicato de Trabajadoras y Trabajadores Docentes y Administrativos de la Universidad de la Salud (SITTDAUS); ya tiene registro sindical ante el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje número 4/24, expediente 276/23 y toma de nota de su Comité Ejecutivo General. Incluso ya afilió a más de la mitad de la plantilla de docentes, en particular de las escuelas de Enfermería, Medicina y de Posgrado. El problema -se quejan sus dirigentes- es que, la Secretaría de Administración y Finanzas de CdMx, que lleva Bertha María Elena Gómez Castro, y la Dirección General de la UNISA a cargo de Lilia Elena Monroy Ramírez de Arellano, no reconocen al SITTDAUS -cuyo secretario general es el Dr. Jorge Pérez Romero- y le ponen piedras en el camino, lo cual los trabajadores señalan como atropellos a sus derechos laborales.

Por su lado, el OPD IMSS-Bienestar tomó nota al primer sindicato de trabajadores de esa institución (SNTSIB, Sindicato Nacional de Trabajadores de Salud del IMSS Bienestar, dirigido por Fidel Barragán Gómez) que entró en funciones el 23 de mayo, y ahí sí tal parece que las cosas van fluyendo.

maribel.coronel@eleconomista.mx

Comunicadora especializada en temas de salud pública e industria de la salud. Cursó la maestría en Administración en Sistemas de Salud en FCA de la UNAM. Forma parte de la iniciativa www.HospitalsinInfecciones.com. Fundadora en 2004 de www.Plenilunia.com, plataforma de contenidos sobre salud femenina.

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