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Gobierno no pagará deuda de Pemex, por ahora
El responsable de las finanzas públicas, Rogelio Ramírez de la O, tiene muy claras las claves de la estrategia económica.
Confía plenamente en que continúan “soplando los vientos sobre las velas” de la economía nacional y es viable crecer al 4.1%; que el motor de la inversión privada nacional ya encendió; que aunque justo, el presupuesto sí cubre los programas sociales; que la inversión en obras insignia ya está madurando; la inflación es coyuntural y que el gobierno mexicano no pagará, por ahora, las amortizaciones de la deuda de Pemex, aunque estará más cerca de la petrolera para aportar su perspectiva financiera.
7 mmdd, deuda soberana
Los 7 mil millones de dólares (alrededor de 140 mil millones de pesos) que compró el gobierno mexicano a Banxico serán utilizados para pagar deuda soberana, no de Pemex.
Hacienda compró esa cantidad de divisas para fortalecer la caja en dólares para un egreso de amortizaciones en divisas que tiene para fines de este y principios del año entrante.
Por ahora no hay un planteamiento del gobierno mexicano para cambiar la Ley Orgánica de Pemex para que la deuda de la petrolera sea reconocida directamente por el propio gobierno.
La ley orgánica de Pemex no permite que el soberano asuma la deuda. La estrategia a seguir es que Hacienda esté más cerca de Pemex. ¿Por qué? Porque al final la deuda y obligaciones de la empresa van a gravitar sobre las finanzas públicas.
Pemex tiene una deuda que pasó de 49 mil millones de dólares a 110 mil millones de dólares del 2012 al 2018. Por esa razón, en 2019 perdió el grado de inversión y, no puede acudir a los mercados financieros.
Además, Pemex tiene dos legados: La caída de reservas en tendencia y La caída de producción, también en tendencia.
El secretario de Hacienda sabe que la petrolera tiene una deuda muy pesada y tomarla de frente podría llevar al gobierno a acumular un mayor stock de deuda y un costo financiero elevado.
El presupuesto está muy sensible al costo financiero --reconoce el funcionario-- y cualquier aumento de costo financiero significativo llevaría a hacer correcciones en el resto del presupuesto.
Crecimiento, cero maquillaje
El presupuesto está mayoritariamente etiquetado. El Presidente de la República no quiere ocultar ingresos artificialmente disfrazados de una menor tasa de crecimiento del PIB.
Si creemos que vamos a crecer 4.1% no diremos que vamos a crecer 3%, para tener un guardadito.
La idea es hacer explícitos los ingresos para que quienes dependen de ellos puedan hacer buena planeación, sobre todo estados y municipios.
Respecto al objetivo de abatir la desigualdad Ramírez de la O considera que ya se está logrando con el aumento al salario mínimo que en 3 años acumula 46% de incremento en términos reales; más la reforma laboral que permitió acotar las actividades de outourcing y, ésta repercute en el aumento en los ingresos de los trabajadores y; los programas sociales apuntalaron la demanda entre la población de más bajos ingresos.
Todo eso se verá mejor reflejado como el repunte del crecimiento de la economía.
El titular de las finanzas públicas prevé que a fines de este año 2021 y en el 2022 se registrará una fuerte recuperación de la economía.
En cuanto a la sostenibilidad de los programas sociales dice que por ahora el presupuesto, en virtud del aumento en los ingresos tributarios no petroleros está justo para que la deuda quede estable en 51% como proporción del PIB.
Rogelio Ramírez de la O se ve tranquilo y confiado en que logrará mantener la estabilidad macroeconómica, repuntará el crecimiento económico y se abatirá la desigualdad. Veremos.
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