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Grandes ganancias, ¿expectativa truncada?
En el negocio de invertir el dinero de otros, lo peor que le puede pasar a un administrador es no ganar cuando los demás lo hacen.
Perder dinero, como en el 2022, cuando todos los mercados tuvieron pérdidas es de algún modo entendible por el cliente, pero quedarse atrás de las ganancias del vecino o del compadre se permite poco, hay reclamos y normalmente despidos.
El 2023 ha sido un año muy retador para la parte táctica a la hora de invertir un portafolio de inversión diversificado.
Es muy fácil voltear a ver la tasa en dónde se ubican los Cetes en estos momentos y deducir que lo que le digo renglones atrás es falso, dicha inversión tuvo un rendimiento muy jugoso a lo largo del año de poco más de 11%; comparado contra la inflación, el resultado es una tasa en términos reales también muy alta.
Sin embargo, a los manejadores de activos nos pagan por alcanzar un extra; es decir por detectar donde hay ganancias superiores a la tasa libre de riesgo en distintos espacios tanto en México como en el exterior. La dificultad ha sido navegar con una carga de riesgo muy grande, en donde ha habido múltiples momentos de aversión y de propensión a apostar por parte de los inversionistas.
Quizás el momento más difícil lo estemos viviendo en el cierre del año. Finalmente, la inflación ha comenzado a ceder y los bancos centrales dan declaraciones en las cuales se refleja la intención de no subir más las tasas de interés de referencia, o incluso bajarlas en algún punto de 2024, factor principal que provocó las idas y vueltas de humor de los inversionistas a lo largo del año.
La baja de la inflación se presenta en un entorno resiliente por parte de la economía que prácticamente no da señales de una recesión. La expectativa de un menor crecimiento (sin recesión) y de una menor inflación han generado una visión de nuevo muy optimista por parte de los agentes en el mercado; quizás la más optimista.
Ahora se descuenta un ciclo de baja de tasas rotundo. La Fed bajaría la tasa de interés de corto plazo entre tres o cuatro veces para ubicarla en un nivel de 4.5 por ciento.
Con esta idea en la cabeza, en noviembre y diciembre hemos observado un frenesí de rendimientos en casi todos los activos.
Solo para darle una idea, una posición en bonos del Tesoro (en su conjunto de plazos) ha generado un retorno de 2.54% directo, si hacemos ese rendimiento equivalente a un año estamos hablando de un 45.7 por ciento. Los bonos de menor calificación de riesgo (High Yield) registran un rendimiento de 1.98% (35.6% anualizado), los de grado de inversión de 3.80% (68.2%), los bonos de gobierno de mercados emergentes tienen un rendimiento directo del 6.3% (113.7% anualizado), todo esto solo en poco más de mes y medio.
¿Las bolsas? Bueno, en el periodo noviembre–diciembre el índice MSCI World que integra más de 25 índices a nivel global subió 13.9%, el S&P500 de Estados Unidos ha subido el 13.7%, el Nasdaq 16.7%, incluso las bolsas en Europa o en mercados emergentes han subido entre 9% y 10%; la Bolsa de México ha sido la que más rebotó y gana en ese mismo espacio de tiempo 17.6 por ciento.
Me queda claro que el factor clave siempre fue el nivel y la tendencia esperada de las tasas de interés.
De sobre está decir que hay muchas señales de un sobrecalentamiento en los mercados. Los niveles de sobrecompra son históricamente altos, otros indicadores técnicos como la fuerza relativa o los promedios móviles señalan un alejamiento abrupto y contundente de la media de rendimiento histórico.
Con este tamaño de rendimientos en menos de dos meses, entraremos al 2024 ya con valuaciones elevadas. Es complicado plantear que las ganancias serán las mismas o que el rally se va a mantener.
¿Qué puede hacer que los mercados “vuelvan” a una tendencia más moderada? Vendrán ajustes, ya sea por la simple fuerza del movimiento, ya sea porque la expectativa con relación a las tasas volverá a resultar exagerada, tal vez porque los indicadores de crecimiento se hundirán. Iniciar el año con una postura de riesgo pensando en que los resultados de noviembre y diciembre se multiplicarán luce descabellado.
Todo esto aplica también a los mercados en México. Observe un gráfico del S&P/BMV IPC de la Bolsa, se detuvo en febrero después de subir 15% y así duro 8 meses, ahora rebasó sus máximos en una línea casi vertical, eso simplemente no es sostenible.
Los participantes en el mercado de dinero asumen también que Banxico va a ser agresivo con una posible baja de las tasas; sin embargo, el más reciente comunicado “decepcionó” a algunos con una postura aun de restricción aunado a un incremento en las expectativas de inflación de los trimestres posteriores.
No piense que los mercados en México se comportarán de manera diferente a lo que pase en el exterior, no ha sido así hasta ahora.
Las ganancias actuales pueden estar estableciendo un escenario muy retador para la generación de mejores retornos en 2024; en especial en un año en que en teoría debería de disminuir la actividad económica, en donde las tasas de interés seguirán siendo relativamente elevadas y en donde el mercado parece ya descontar un escenario ideal y perfecto para las valuaciones.
Si usted es de los que ganaron mucho dinero entre noviembre y diciembre venda ahora y espere a ver qué pasa en enero.
*Rodolfo Campuzano Meza es director general de Invex Operadora de Sociedades de Inversión.
X: @invexbanco