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Hambre y los bancos que alimentan a México
En mis primeros días laborando como banquera de alimentos tuve la oportunidad de aplicar por vez primera un estudio socionutricio a una posible beneficiaria. Me sentía motivada y ansiosa, quería asegurarme de entender la situación que la Sra. Irma estaba viviendo: con 34 años, madre de seis hijos, desempleada y con su esposo en prisión por quién sabe cuánto tiempo y motivos; comían cuando se podía, cuando un vecino les compartía o cuando ella podía vender alguna manualidad que hacía; casa de cartón y sin sistema alguno de drenaje. ¿Su baño? Unos periódicos que usaban en medio de su casa cada que se necesitaba.
Yo con un par de años más que ella, viviendo a unos 15 minutos de su casa, confirmaba en ese instante que el hambre en México existe, que vive muy cerca, pero sobre todo… reafirmaba que podemos combatirla.
“No padecer hambre es el mínimo nivel que debe estar garantizado dentro del derecho a la alimentación. Se considera en situación de carencia alimentaria a los hogares que presenten un grado de inseguridad alimentaria moderado o severo”, afirma CONEVAL.
A raíz de la pandemia en nuestro país hoy existen 28.6 millones de personas en carencia alimentaria. Esto en un país donde existe comida suficiente para todos, y al mismo tiempo se desperdician unas 23.7 millones de toneladas de alimento cada año, desde el campo hasta los hogares.
A finales de los años 80´s empezaron a surgir organizaciones civiles, apartidistas y sin fines de lucro comprometidos en ser un puente, desde donde el alimento corre el riesgo de perderse, hasta donde se encuentran las familias y comunidades que lo necesitan y no lo tienen. Eso es un banco de alimentos, y parte del gran éxito de su modelo es el trabajo que realizan en alianzas con individuos y empresas de diferentes sectores, basando estos vínculos en valores como la confianza, responsabilidad y sobre todo la fraternidad para lograr un país más justo.
En México, existe la Red BAMX integrada por 54 Bancos de Alimentos, dedicados a combatir el problema gemelo del hambre y las pérdidas alimentarias, operando el modelo más efectivo de rescate de comida en la cadena de valor para reducir así el triple impacto negativo que los desperdicios representan: económico, social y medioambiental.
La Red BAMX y todas las empresas e individuos que son aliados y contribuyen al modelo están convencidos de que cada integrante de nuestra sociedad puede y debe participar para hacer valer el derecho a la alimentación que tiene toda la población. Por eso es posible responder con alimento y otros servicios a necesidades tan prioritarias y urgentes como la de la Sra. Irma, quien recibió apoyo de su banco de alimentos local por cerca de un año hasta que su situación mejoró y no requirió más de este apoyo. Así hoy en día un total que supera los 1.9 millones de mexicanos vulnerables, reciben asistencia alimentaria regular gracias a la Red BAMX, y es por eso que son los bancos que alimentan a México.
Si por más de 30 años el modelo de los bancos de alimentos ha probado ser efectivo, transparente, en cumplimiento estricto con la autoridad y de beneficio para empresas activas como aliados de los diferentes sectores (quienes reducen sus costos de inventario, destrucción, además de que potencializan sus acciones de responsabilidad social, sostenibilidad y/o apego al cumplimiento de la Agenda 2030), es pertinente que la Red BAMX exista, crezca y pueda lograr llegar a más mexicanos vulnerables. Además de que existe un retorno a la inversión social en este modelo que requiere seguir fortaleciéndose para llevar beneficios adicionales al alimento a las familias vulnerables atendidas. ¡Esto es un ganar–ganar para todos y nadie debería quedarse fuera!
Aún hay mucho por hacer para el logro de Hambre Cero en nuestro país y sumando más voluntades a los bancos que alimentan a México, es que podremos lograrlo… ¿te sumas?
*La autora es directora de la Red de Bancos de Alimentos de México (Red BAMX).