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Huelga automotriz, ¿por qué los sindicatos están de regreso?
¿Por qué Joe Biden apoya al sindicato UAW frente a las corporaciones? Porque el año próximo hay elecciones y porque la población estadounidense está abrumadoramente a favor del sindicato. Son 75% los que simpatizan con el United Auto Workers frente a 19%, que están con las corporaciones, de acuerdo a una encuesta hecha por Gallup.
El dato nos sorprende quizá porque no hemos registrado un cambio que se ha dado en los últimos años en la sociedad estadounidense. En 2009, justo cuando estalló la Gran Recesión, el apoyo a los sindicatos era de 48%, el punto más bajo en más de siete décadas de acuerdo a la encuestadora Gallup. En 2023, tienen el apoyo de 67% de la población. Entre los que se identifican como Demócratas, son 88% los que aprueban los sindicatos; con los Independientes, 68% y entre los Republicanos, 47%.
Son momentos de apoyo social a las causas de los trabajadores y tiempos algo más que complicados para las corporaciones. En Estados Unidos, más de la mitad de la población piensa que los sindicatos son buenos para la Economía y les gustaría que tuvieran más influencia (todo esto, según Gallup). En la huelga de actores y guionistas contra los Estudios, las simpatías por los actores y guionistas van del 67 al 72%, mientras que los estudios apenas alcanzan entre 19 y 24% de los apoyos.
En el aire está la incertidumbre por el futuro: el miedo por todo lo que el cambio tecnológico puede significar en el mundo del trabajo. Hombres y mujeres desplazadas por máquinas o marginados por la automatización de los procesos. Hay también la idea de que las corporaciones están ganando demasiado dinero. Obvio es que esto no siempre es cierto, pero es una idea que se ha instalado en amplios sectores de la sociedad. Los billonarios como Musk y Zuckerberg hace rato que no desempeñan el papel de héroes en el Comic del imaginario colectivo. Antihéroes o villanos, les sienta mejor.
Los trabajadores de la industria automotriz cambiaron de dirigente sindical este año y eligieron a Shawn Fain, un electricista de 54 años, nacido en Indiana que está convencido de que los sindicatos deben dejar atrás las actitudes “blandas” y mostrar los dientes y las garras. En vez del 7-9% que logró la UAW en 2019 pide ahora entre 36 y 40%.
Adicionalmente pone en la mesa exigencias de reducción de horas trabajadas en la semana laboral y restauración de tabuladores que existían en la década de los ochenta.
Las Tres Grandes de Detroit parece que fueron agarradas por sorpresa. Son las nuevas tácticas sindicales que, por primera vez en nueve décadas, declararon al mismo tiempo la huelga en plantas de cada una de las grandes, GM, Ford y Stellantis. Es también el apoyo de políticos como Biden y los argumentos de la UAW frente a la opinión pública que funcionen mejor en el contexto de una nueva correlación de fuerzas: ¿les parece mucho un incremento de 40% para los próximos cuatro años? Échenle un ojo a los aumentos que han tenido los sueldos de los principales directivos. Es complicado definir con precisión lo que gana un CEO, pero el Sindicato entrega unas cifras que le significan un golpe de efecto. Mary Barra, de GM, gana 29 millones de dólares anuales, 34% más que en 2019. James Farley, de Ford, gana 21 millones de dólares, 21% más que hace cuatro año. Carlos Tavares, de Stellantis, gana 25 millones de dólares, 77% más que en el 2019.
El costo de acceder a las demandas de la UAW podría ascender a 100 mil millones dólares, según Mary Barra, la presidenta de GM. En un contexto de competencia feroz, les podría significar la quiebra a los Tres Grandes de Detroit o, cuando menos, perder terreno frente a competidores que no tienen sindicato, como Tesla y también de cara a los chinos, que tampoco tienen sindicatos y gozan de amplios apoyos de Gobierno, por ejemplo en precios reducidos en el acero.
¿Qué impacto tendrá la huelga? Todo dependerá de la duración y de la extensión que alcance. Ahora son tres plantas y 13 mil trabajadores de los 140 mil sindicalizados que tienen Ford, GM y Stellantis. En total, la UAW tiene 400 mil trabajadores. El viernes próximo podrían sumarse otras plantas y más trabajadores. El impacto podría empezar a sentirse en la economía de Estados Unidos, porque la industria automotriz es 3% del PIB. Podría también pegar a México, al interrumpir los envíos de autopartes que salen de México y complicar el funcionamiento de una industria que está integrada en la región de América del Norte.
¿Quién ganará con esta huelga? Esto lo sabremos antes de que termine el año, suponiendo que el paro dure más o menos lo mismo que en 2019, alrededor de 40 días.
Los trabajadores parecen tener ciertas ventajas en la negociación, pero también podrían forzar las cosas hasta el punto de matar a la Gallina de los Huevos de Oro. Una cosa es clara: En Estados Unidos, los sindicatos están de regreso.
Una cuestión: ¿Qué está pasando en México? ¿para donde sopla el viento?