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IA y una nueva educación
En el mundo de la inteligencia artificial (IA) que ya es una realidad, veremos día con día cómo cada vez ésta impactará más nuestra vida, de maneras casi inimaginables. La IA es mucho más que algoritmos de análisis de datos para vendernos algo. Sus elementos más sofisticados están evolucionando hacia la programación para que las computadoras aprendan solas y se enseñen a sí mismas a partir de los resultados que obtienen, para lo cual utilizan la inmensidad de datos que absorben segundo a segundo.
Todo acerca de nuestro comportamiento alimenta la AI: dónde y qué comemos, qué vestimos, qué leemos, qué entretenimiento disfrutamos, qué deporte practicamos, cómo nos movemos, en dónde vivimos, o si nos mudamos de una ciudad a otra, etcétera. Ya prácticamente todo de nuestro comportamiento queda registrado. Los principales académicos que han estudiado la nueva economía del mundo digital han denominado esto “el capitalismo de la vigilancia[1]”.
En este nuevo sector de la economía, la empresa OpenAI se ha destacado por sus innovaciones. Su propósito, según explica en su sitio, es “garantizar que la inteligencia artificial general beneficie a toda la humanidad[2]”. Los idiomas en la página de OpenAI son inglés o chino.
El pasado 30 de noviembre lanzaron al público su más reciente innovación: ChatGPT, un motor de IA para desarrollar contenido, “optimizando modelos de lenguaje para el diálogo”. Es un programa alucinante. Se le pueden dar órdenes como: escríbeme una conversación de 1,500 palabras entre dos enamorados que dialogan sobre cuántos hijos quieren tener. Con esa instrucción ChatGPT te arroja un breve ensayo con esa temática.
Según lo describen en su sitio: “Entrenamos este modelo utilizando el Aprendizaje por Refuerzo a partir de la Retroalimentación Humana (RLHF, por su sigla en inglés), utilizando los mismos métodos que InstructGPT, pero con ligeras diferencias en la configuración de la recopilación de datos. Entrenamos un modelo inicial mediante un reajuste fino: entrenadores humanos de IA proporcionaron conversaciones en las que interpretaban a ambas partes: el usuario y un asistente de IA. Dimos acceso a los formadores a sugerencias escritas por el modelo para ayudarles a redactar sus respuestas. Mezclamos este nuevo conjunto de datos de diálogo con el conjunto de datos InstructGPT, el cual transformamos en un formato de diálogo[3]”.
Traigo este nuevo programa de computadora a colación (debe haber muchos más) por la urgente necesidad de replantear el sistema educativo en nuestro país. ¿Cómo enseñar y qué enseñar? ¿Cómo garantizar que los niños, niñas y jóvenes que están actualmente en la escuela reciban la preparación suficiente para aprovechar a cabalidad las ventajas de la IA? ¿Qué papel debe jugar el profesor en una nueva dinámica enseñanza-aprendizaje? ¿Qué capacitación requieren los maestros para ello? ¿Qué contenido deberían tener los programas de estudio? ¿Qué habilidades requieren desarrollar?
Mucho se dice que para cambiar el país necesitamos invertir más y mejor en educación, pero la AI nos obliga a ir aún más lejos: se requiere una redefinición de la pedagogía y los contenidos. Este año culminará con las candidaturas de todos los partidos políticos rumbo a la elección presidencial del 2024. Sería muy alentador escuchar propuestas de transformación profunda en esta materia. Es indispensable para el país, la sociedad, y un desarrollo con mayor bienestar.
[1] Zuboff, Shoshana. La era del capitalismo de la vigilancia. Paidos, 2021