Ignorancia en la Junta de Gobierno

En la reunión de la Junta de Gobierno del Banco de México llevada a cabo el pasado 8 de febrero en la cual se tomó la decisión de incrementar la tasa de interés interbancaria en 50 puntos base para situarla en 11%, en la minuta de dicha reunión dada a conocer la semana pasada hay una aseveración de un miembro de la Junta (no sabemos quién) que llama la atención por su notable confusión, si no es que ignorancia, de los principios elementales de la teoría económica, en particular de la teoría de precios relativos.

En la discusión sobre la evolución de la actividad económica cuando se abordó lo correspondiente a la formación bruta de capital fijo, en la pagina 3 de la minuta se señala que “la mayoría aseveró que la Inversión Fija Bruta continuó mostrando atonía” y es aquí en donde aparece la afirmación que llama la atención cuando uno de los miembros señaló que: “la falta de inversión ha limitado la oferta agregada, y aunado a la falta de condiciones de competencia en muchos sectores, ello se ha traducido en una demanda inelástica ante el incremento en precios”. What!!! La confusión y/o ignorancia es notoria. Vayamos por partes porque son tres renglones con cuatro graves errores.

Primera confusión o error: “la inversión ha limitado la oferta agregada”. La oferta agregada interna (es decir no considera la importación de bienes de consumo finales) depende, en un momento dado de la existencia de los factores de la producción (capital, mano de obra y tierra) y de su grado de utilización; en particular, el acervo de capital existente es resultado de la inversión pasada neta de la depreciación. El que en el presente no haya inversión o que ésta sea relativamente poca afectaría el crecimiento y la producción futura de bienes y servicios finales, no la actual.

Segunda confusión o error: “y aunado a la falta de condiciones de competencia en muchos sectores, ello se ha traducido en una demanda inelástica”. El que la demanda por un bien o servicio sea elástica o inelástica no depende de cuántos oferentes haya, no depende de si es un mercado con un gran número de oferentes (competencia), con pocos (oligopolio) o uno (monopolio).

Tercera confusión o error derivada de la segunda: no tener claro los determinantes de la demanda y de la oferta. Para información del subgobernador son cuatro los determinantes de que tan elástica o inelástica sea la demanda. Primero, la intensidad con la cual el bien satisface una necesidad; entre mayor sea esta, más inelástica la demanda. Segundo, el número de sustitutos que tenga el bien; entre más sean estos, más elástica la demanda. Tercero, el porcentaje del ingreso gastado en el bien; entre mayor sea este porcentaje, más elástica la demanda. Y cuarto, el tiempo; la demanda de largo plazo es más elástica que la de corto plazo.

Como se desprende del párrafo anterior, no existe ningún elemento de la estructura de mercado (competencia, oligopolio o monopolio) que sea un determinante de la demanda y esto es así porque los determinantes exógenos de la demanda son diferentes que los de la oferta. Los de la demanda son el ingreso de los consumidores, el precio de los bienes sustitutos y complementarios en el consumo, el precio esperado del bien (relevante por ejemplo para bienes de consumo duradero e instrumentos financieros como acciones) y los gustos o preferencias. Por su parte, los de la oferta son el precio de los factores de la producción (mano de obra, insumos), el precio de los bienes sustitutos y complementarios en la producción y la tecnología utilizada en el proceso de producción. No tener claro cuáles son estos determinantes y a qué función corresponden deriva en serias deficiencias y errores de análisis.

Cuarta confusión o error: “se ha traducido en una demanda inelástica ante el incremento en precios”. Quién sabe que carajos quiso decir el subgobernador. Quizás quiso decir que si hay un choque negativo de oferta tal que ésta disminuye, el resultante aumento en el precio del bien será mayor si la demanda es relativamente inelástica a que si la demanda es elástica. Pero vaya usted a saber cómo tiene cableado su cerebro.

Es preocupante que uno de los miembros de la Junta de Gobierno que decide cómo se va a instrumentar la política monetaria tenga un conocimiento tan notoriamente deficiente de la teoría económica. Este es un ejemplo más de lo que ha sido el deterioro del capital humano en el gobierno del presidente López, uno en donde se premia la lealtad aunque ello implique castigar la calidad.

Twitter: @econoclasta