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Importancia de las relaciones con inversionistas
Más que una actividad de reporte y cumplimiento ante las autoridades, las relaciones con inversionistas (RI) pueden consolidar una ventaja competitiva en sí mismas: muchas veces inclinando el fiel de la balanza en las decisiones de compra de instrumentos por parte de los inversionistas.
En un sentido bien entendido, las RI se deben enfocar en la estructuración de una clara y diferenciada tesis de inversión y su amplia divulgación, cuidando en todo momento de la calidad del mensaje y su forma (la manera de entregarlo, vía materiales de alta calidad, i.e. reportes, presentaciones, sitio de Internet, etc.).
Un emisor que no tenga claras su tesis de inversión o su ventaja competitiva difícilmente podrá avanzar en su posicionamiento en los mercados. La alta administración debe ser capaz de responder a las inquietudes de los inversionistas y proveerlos de guía para el futuro; no olvidemos que ellos son simple y llanamente nuestros socios y, como tales, hay que rendirles cuentas, aumentando así las probabilidades de volver a tener acceso a ellos.
En cuanto a la divulgación, entre mayor sea la audiencia a la que llegue un emisor, mayor será la posibilidad de contar con una alta demanda para sus instrumentos. En este sentido, se pueden enfocar esfuerzos de comunicación en medios masivos para llegar a inversores retail, así como planear y ejecutar una agenda estratégica hacia inversores institucionales, a través de la realización de presentaciones a las fuerzas de ventas de las diferentes instituciones financieras, así como la realización de encuentros bursátiles y non-deal roadshows.
Diferentes mercados han entendido la relevancia de las RI. Un ejemplo regional en Latinoamérica es el de Brasil, a través del novo mercado, donde se obtuvieron resultados significativos en la maduración del mercado; floreciendo hacia el 2006 y el 2007, con más de 85 ofertas públicas iniciales. En el deber ser, en mercados maduros como los de Estados Unidos y Canadá el encargado de las RI reporta directamente al consejo de administración, pero, en el caso de México, una buena parte de los encargados de la función reportan al director de finanzas, aunque en muchos otros casos reportan hacia abajo, a funcionarios como el tesorero o contralor, lo cual reduce el impacto e importancia de la función.
La exitosa ejecución de las RI requiere de parte de los emisores el desarrollo de una cultura organizacional enfocada en observar las mejores prácticas y la ejecución de un plan concreto, que no sólo se fundamente en el cumplimiento regulatorio. Por parte de las autoridades financieras y expertos del tema, requiere una guía experta y una tutela estricta para su apropiada observancia.
En el agregado, una agenda institucional que impulse una profunda profesionalización de la práctica de las RI puede abonar al robustecimiento del comercio mexicano mediante el aumento de su reputación, posicionamiento y nivel de confianza, facilitando así la salida y aceptación de nuevos emisores e instrumentos, a la par de agilizar la ejecución de ofertas secundarias para los emisores ya existentes, en un círculo virtuoso.
Pocas inversiones tienen tan alto rendimiento como invertir en las RI, que no son más que una serie de actividades enfocadas a vender y dar mercadeo a un instrumento financiero. De acuerdo con el instituto de RI de USA, el National Investor Relations Institute, la correcta ejecución de las RI produce valuaciones incrementales en los instrumentos financieros en un rango de 10-15%, mientras su deficiente ejecución puede ocasionar una erosión de valor en el rango de 15-20 por ciento.
(Fuente: Using Investor Relations to Maximize Equity Valuation, 2014, Thomas Ryan y Chad Jacobs).
*Integrante del Comité Técnico Nacional de Gobierno Corporativo del IMEF.