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Opinión

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Industria 4.0: una oportunidad para los estados y municipios

La industria 4.0 está ganando terreno en los mercados mundiales a pesar de la negativa de muchas organizaciones de trabajadores que ven amenazados sus puestos de empleo por la cuarta revolución industrial. La iniciativa de Ley de Ciencia y Tecnología que recientemente presentó el presidente López Obrador al Congreso, ¿prepara a la sociedad mexicana para los retos de la innovación en el ámbito de la industria 4.0, de la inteligencia artificial y el Internet de las cosas? 

En el mundo, al menos 7 millones de empleos pueden perderse en los próximos cinco años por las transformaciones que la Economía mundial va a presenciar, lo que el Foro Económico Mundial y Klaus Schwab denominan la "Cuarta Revolución Industrial", de acuerdo con estudios elaborados por ambos. El estudio del Foro de Davos afirma que a causa de la automatización se perderán el mundo unos siete millones de empleos "de oficina", y predice el desarrollo en las áreas de inteligencia artificial, robótica, nanotecnología e impresión 3D; con lo que, esta transformación abrirá la oportunidad a otra gran gama de empleos. La fabricación avanzada no para de crecer y demandar una nueva clase de trabajador industrial con mejores habilidades, sin embargo, los profesionales disponibles no hacen más que menguar, según alerta un informe de Deloitte. La consultora recomienda a las empresas invertir en formación ahora para prevenir quedarse sin trabajadores en el 2028, que prácticamente está a la vuelta de la esquina. Esto puede ser una debacle para México si no nos preparamos adecuadamente.  

Según el estudio del Foro de Davos, esta pérdida se compensará con la creación de otros 2 millones de nuevos empleos en las áreas de computación, ingeniería, arquitectura y matemática. La entidad basa su análisis en decenas de entrevistas a directores de recursos humanos de una quincena de países que cuentan con el 65% del mercado laboral mundial. Según los resultados, se estima que en 10 años (2018-2028) habrá 4.6 millones de nuevos puestos de trabajo en la industria 4.0 disponibles solo en EE.UU. Pero, se prevé que más de la mitad de esos nuevos puestos de trabajo -aproximadamente 2.4 millones de empleos en total- quedarán vacíos por tres razones principales: (i) nuevos tipos y aumento de habilidades requeridas para procesos de fabricación automatizados; (ii) pérdida de trabajadores experimentados de la generación de los baby boomers que abandonarán la fuerza laboral; y (iii) percepción negativa de la industria manufacturera por parte de estudiantes y de sus padres. 

Juan Ramón García, economista español de BBVA Research ha recalcado que el progreso tecnológico históricamente ha sido positivo para el mercado laboral, pero ha advertido que la disrupción tecnológica en el sector y la velocidad actual a la que cambian las cosas va a provocar un proceso complejo en el que habrá algunos ganadores y algunos perdedores, por lo que ha apostado porque «toda la sociedad, las administraciones públicas, los sindicatos y la patronal» se involucren en la transformación del mercado laboral para transitar hacia la flexibilidad necesaria para adaptarse a los cambios. El economista recomienda mantener una posición neutral sobre dichos procesos, sin embargo, para ilustrar la prospectiva refiere a estudios realizados por expertos norteamericanos que estiman que el 47 por ciento de los puestos de trabajo actuales «pueden ser susceptibles» de ser sustituidos por la automatización. "Sin una acción urgente y específica para organizar la transición y contar con trabajadores con la formación necesaria, los gobiernos tendrán que lidiar con más desempleo y más desigualdad". La pérdida de empleos afectará casi a la par a mujeres (48%) y a hombres (52%). 

Pero no todo está perdido. Muchos países se están preparando para el nuevo escenario. Corea del Sur, por ejemplo, estableció en todo el país una red de 19 centros de innovación para fabricación inteligente -o automatizada-, que incluye apoyo a las pymes y a las empresas emergentes, cuyo objetivo consiste en suministrar 30,000 fábricas inteligentes para 2025 (Ministerio de Pymes y Empresas Emergentes, 2021). Otro ejemplo, documentado en el estudio de las industrias del futuro de la CEPAL, son los centros de competencia Mittelstand 4.0 de Alemania, en los que se imparten talleres, se instalan plantas de demostración y se establecen redes con representantes empresariales a través de toda la cadena de valor. Las pymes alemanas pueden acudir, formular consultas y recibir asesoramiento de forma gratuita. El establecimiento de dichos centros corre a cargo de consorcios independientes formados, por ejemplo, por universidades, institutos Fraunhofer, y otros asociados externos, como las cámaras de comercio. 

Latinoamérica, por su parte, también se prepara en Chile, Colombia, Brasil y Argentina. En este último, por ejemplo, el Ministerio de Desarrollo Productivo diseñó el programa "Producción Colaborativa de la Economía del Conocimiento", que tiene por objeto crear alianzas entre las empresas, o entre estas y las universidades o los institutos tecnológicos, en las que cada socio debe ser experto en al menos una de las actividades a las que se da prioridad en la Ley de Economía del Conocimiento. Esa ley, aprobada el año pasado tras la finalización de la anterior Ley de Promoción de la Industria del Software, contempla un espectro más amplio de actividades que pueden solicitar reducciones fiscales como la producción de tecnologías para la Industria 4.0. El programa ofrece préstamos subvencionados a proyectos innovadores por un valor máximo de aproximadamente 500,000 dólares. 

En México, por el contrario, vamos muy tarde. Imaginemos el impacto que la automatización puede tener en nuestro país si no se impulsan políticas públicas para enfrentar semejante reto. En México, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en los 48 meses que van de esta administración se han creado un 1.2 millones de nuevos empleos formales, mismos que apenas han compensado el 1.1 millones de nuevos empleos perdidos por la pandemia por covid19.  Y, aunque el número de trabajadores registrados en el IMSS se encuentra en niveles máximos históricos actualmente, México arrastra dos problemas muy serios: déficit en la creación de empleos formales y un mercado informal laboral que emplea al 55% de la población económicamente activa en empleos de muy baja calidad. Desafortunadamente el proyecto de “humanidades, ciencia, tecnología e innovación” de López Obrador no establece nada concreto relacionado con la Industria 4.0, y se basa más en cuestiones formales y administrativas del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y la distribución del presupuesto al sistema burocrático actual. Sin embargo, dicho proyecto tiene una ventana que se podría aprovechar al establecer la obligación para estados y municipios de diseñar sus propios programas. De ahí que, desde el ángulo de la industria 4.0, quizá sea este el momento para que las entidades federativas diseñen leyes y políticas públicas que en estos rubros les beneficien.  

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