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Opinión

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Ingresos y egresos para el 2024

La iniciativa de la Ley de Ingresos (ILIF) para el 2024 y el proyecto de decreto de Presupuesto de Egresos (PPEF) para el mismo año proyectan un incremento del déficit y de la deuda del gobierno, al tiempo en que advierten una carga adicional a los contribuyentes.

Como lo anunció el gobierno federal, no se propone una reforma tributaria, ni nuevos impuestos, aunque sí el incremento del ISR para los ahorradores mediante una retención de 1.48% sobre los intereses nominales pagados por el sistema financiero. Es importante recordar que, para el presente año, la LIF vigente establece una tasa de 0.15%, es decir, la tasa de retención impositiva habría de crecer casi 10 veces. Este impuesto, que en los hechos se convierte en definitivo, revela que nuestro sistema fiscal no sólo grava el ingreso (con el ISR) y el consumo (con el IVA y el IEPS), sino también, decididamente, el ahorro, sin reconocer –en este último caso– que la inflación merma el valor del interés nominal recibido por pequeños ahorradores y sobre el cual se calcula el impuesto.

La estimación de ingresos para el 2024 es de casi 8.3 billones de pesos, esto es, 2.5 billones más que lo presupuestado nominalmente por el actual gobierno en el 2019, que fue de 5.8 billones. Esta diferencia de 2.5 billones de pesos, sin contar la inflación, es igual a lo presupuestado al inicio de la administración anterior que tuvo un PEF de 2.49 billones en el 2013. En otras palabras, el gasto público ha crecido de manera sustancial, sin que ello se refleje en una mejoría en áreas como seguridad, salud o educación.

La nota no es sólo el crecimiento inmoderado e incesante del gasto, sino que para el ejercicio que viene habrá de contratarse más deuda pública para cubrir la insuficiencia de los ingresos estimados. El déficit presupuestario para el año entrante se estima en 4.9% del PIB, el más alto en 35 años. Recordemos que a principios de los 90 experimentamos superávits en las finanzas públicas hasta de 3.2% y en el 2008 un déficit de 0.1 por ciento. Tan solo en esta administración el déficit ha crecido a más del doble.

El PPEF prevé un gasto en pensiones por 2 billones de pesos, poco más de 230,000 millones de lo presupuestado para este año y 663,000 millones más de lo asignado hace cinco años. Para el 2024, casi una cuarta parte del gasto público se irá en financiar este rubro.

Los recursos solicitados a la Cámara de Diputados evidencian un claro tinte electoral, pero no para financiar a los partidos políticos o a instituciones electorales, sino en improductivos programas sociales que representan gasto corriente a favor de potenciales votantes.

Sobresale el recorte al propuesto en materia de salud, cuando al mismo tiempo se propone un mayor presupuesto a instituciones militares como ha sucedido recientemente, tanto en materia de seguridad, como para que dichas dependencias cuenten con recursos para administrar la creciente asignación de tareas no militares.

Sin duda, el PPEF propuesto heredará complejas y comprometidas finanzas públicas a la siguiente administración.

Twitter: @erevillamx

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Eduardo Revilla. Abogado por la Escuela Libre de Derecho. Presidente de la Comisión de Impuestos de la International Chamber of Commerce (ICC México). Fue Director General de Asuntos Fiscales Internacionales de la SHCP. Ha sido profesor de Derecho Fiscal por más de 30 años en diversas universidades.

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