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Opinión

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Invertir en fondos de deuda o renta variable

Existen algunas reglas que ayudan a clasificar los activos de acuerdo con el riesgo.

La situación financiera así como el apetito por asumir riesgos es diferente para cada persona. Al invertir en fondos de inversión existen algunas reglas que ayudan a clasificar los activos de acuerdo con el riesgo. La mayoría se basan en la edad y la aversión al riesgo del inversionista, pero un buen ejemplo y algo fácil de recordar sería lo siguiente: el porcentaje de su inversión en renta variable = 100 – (menos) su edad. Ésta es una buena regla para comenzar a diversificar; por ejemplo, puede tomarse en cuenta el caso de José, que tiene 35 años, de tal forma que: 100-35 = 65. Según esta regla, 65% de las inversiones en fondos de inversión deberían ser en renta variable y 35% restante en fondos de deuda.

Alto riesgo, a mayor plazo

Hay muchos tipos de fondos de deuda. Los dos principales en los que puede invertir son los de deuda a corto y a largo plazos.

Los fondos de deuda son los que invierten en bonos, valores y otros instrumentos del mercado de dinero. Se consideran de bajo riesgo por su naturaleza, en comparación con los fondos de renta variable.

Los fondos de renta variable invierten en los mercados de acciones o en los mercados bursátiles y, dentro de los fondos de renta variable, existen varios tipos, los cuales, dependiendo de la estrategia de inversión, pueden ser locales, internacionales o mixtos (deuda y renta variable).

¿Cuánto se debería invertir en estas categorías de fondos de renta variable? Si se es joven, se tiene más tiempo para invertir, entendiendo que una persona joven está iniciando una carrera laboral, o bien, ésta va en ascenso y, por lo tanto, se pueden correr más riesgos.

Esto significa que el porcentaje de renta variable en el portafolio debería ser mayor para que elemento ayude a crear valor en el largo plazo.

En el corto plazo, es mejor ser conservador

Del mismo modo, si se tiene mayor edad, es posible que las personas en este rango quieran inclinarse un poco más hacia los fondos de menor riesgo, ya que las volatilidades implícitas de estos instrumentos podrían poner en riesgo su ahorro. Lo anterior depende del estado financiero de cada persona, sus necesidades y sus expectativas.

¿Con qué frecuencia debe aplicarse esta regla? Sin duda, cada año se envejece, lo que significa que la fórmula 100 - (edad) recomienda que un porcentaje diferente de las inversiones se mantenga en renta variable y deuda.

Esto se llama rebalanceo. Pero hacerlo muy a menudo puede ser una molestia y no sólo eso: también puede impedir que se cosechen los beneficios de las inversiones en renta variable.

Una buena regla de oro para el rebalanceo es que se realice cada tres años, dependiendo de las condiciones financieras de cada persona y de las condiciones del mercado.

Invertir siempre será una buena opción para hacer crecer los ahorros y debe acompañarse de una buena asesoría por parte de los expertos.

El autor es Associate Inst & Corporate Sales en BBVA Bancomer Asset Management.

marcos.neumann@bbva.com

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