Lectura 4:00 min
¿Juanitos verdes?
Fuera del corredor azul que se extiende hasta el Bajío, uno de los pocos estados donde Morena sigue siendo una fuerza minoritaria es San Luis Potosí, donde Ricardo Gallardo Cardona alcanzó la gubernatura hace tres años, cobijado por el PVEM y el PT, con apenas 36% de los votos.
Aliados, el PAN, el PRI y el PRD lograron contener al tsunami verde y ganaron la alcaldía capitalina, con Enrique Galindo, y construyeron la primera minoría, al arranque de la Legislatura del Congreso. En el camino, el PVEM y Morena sumaron fuerzas y ahora se han mimetizado, bajo el paraguas del “plan C” y el liderazgo de Claudia Sheinbaum.
Y juntos, buscarán exiliar a los partidos tradicionales del poder local. En el intento cuentan con visibles escisiones del PRI y del PAN. ¿La más notable? La exsenadora Sonia Mendoza Díaz, quien contendió por la gubernatura en el 2015 bajo las siglas panistas, ahora es la candidata común de Morena, el PT y el PVEM a la capital potosina.
¿Aliados y rivales? Pevemistas y morenistas competirán con candidatos propios por las diputaciones federales y las senadurías de San Luis Potosí, donde el gobernador Gallardo Cardona cedió la candidatura capitalina, pero aseguró una posición legislativa para Ruth Miriam González Silva, quien encabeza la primera fórmula de mayoría relativa para el Senado, y también aparece en la lista nacional en la segundo posición, sólo detrás del exgobernador de Chiapas, Manuel Velasco.
El gobernador potosino podría ver a su esposa en la Cámara Alta y a su padre, en San Lázaro. Y también, a Gilberto Hernández Villafuerte y María Leonor Noyola Cervantes, ambos —como él— exalcaldes de Soledad de Graciano.
La gallardía tendrá su mini bancada, por el verde. Igual, los hankistas con Mónica Juliana Vega Aguirre y Juan Carlos Hank Krauss, quienes encabezan las dos fórmulas de mayoría relativa en Baja California; Ana Érika Santana González, quien era la abogada del PES en aquella entidad, tiene un lugar de privilegio en la primera circunscripción.
Legisladores “granada” (verdes por fuera, con corazón guinda) ya hubo. Esta vez, el fenómeno es de mayor intensidad. En Oaxaca, por ejemplo, el gobernador morenista Salomón Jara recomendó al excoordinador morenista en el Congreso local, Luis Alfonso Silva Romo, para una diputación pluri, y se quedó con las dos candidaturas al Senado de mayoría relativa, con Laura Estrada Mauro, exlideresa del Congreso y exsecretaria del Bienestar en Oaxaca, y Roberto Camerino Pérez Delgado, exalcalde de Cuilapam y exrepresentante de Morena el Instituto Electoral local.
El PVEM se ha guarecido en las figuras de Claudia Sheinbaum y Omar García Harfuch. Y un cúmulo de expriistas y expanistas decidieron ponerse los chalecos verdes. Entre los más destacados están: los exgobernadores Eruviel Ávila y Eugenio Hernández; los expresidentes del tricolor en Oaxaca, Alejandro Avilés Álvarez, en Sinaloa, Jesús Valdés, y en Hidalgo, Yareli Melo Rodríguez; el exlíder del Congreso sinaloense, Ricardo Madrid Pérez; las exalcaldesas: Gabriela Benavides Cobos, de Manzanillo, y Nubia Xiclali Ramos Carbajal, exalcaldesa de El Fuerte, y la exsenadora panista Maki Esther Ortiz Domínguez, y Sergio González Hernández, exlíder estatal del PAN, dos veces secretario de Gobierno de Tlaxcala.
Al ceder espacios, la cúpula pevemista también aseguró posiciones para un grupo de notables, entre quienes destacan: el exgobernador de Chiapas, Manuel Velasco; Ian Karla Schleske de Ariño, Fernando Garibay Palomino, Carlos Alberto Puente Salas, Karla Alejandra Trujillo Trujillo, Nayeli Arlen Fernández Cruz, Javier Herrera Borunda y Felipe Miguel Delgado Carrillo.
