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Opinión

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La ciberseguridad, los riesgos de un panorama actual

Foto: Shutterstock

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Mucho hemos platicado sobre la importancia de la ciberseguridad y de implementar medidas efectivas que protejan nuestros datos personales y dispositivos; la importancia que tiene la innovación en este tipo de tecnologías que a diario va encontrando nuevos y desafiantes retos.

Básicamente, la ciberseguridad es la aplicación de tecnologías, procesos y controles para proteger sistemas, redes, programas, dispositivos y datos de ataques cibernéticos. También se le conoce como seguridad de la tecnología de la información o seguridad de la información electrónica. 

Estos asaltos pueden diseñarse para acceder, extorsionar con el mal uso o eliminar los datos confidenciales de una organización o una persona. Organizaciones médicas, gubernamentales, corporativas y financieras pueden poseer información personal vital sobre un individuo, por lo que un ataque podría perjudicarlas al máximo.

A medida que estamos más interconectados con el mundo digital, mucho más importante se vuelve la seguridad. Elegir contraseñas seguras, verificar archivos adjuntos, realizar copias de seguridad de datos, contar con la tecnología esencial que brinde herramientas capaces de identificar ataques, que protejan los sistemas, detecten y respondan a amenazas, son algunos de los puntos que debemos cuidar tanto a nivel particular como general. Los ciberataques cuestan a las organizaciones miles de millones de pesos y pueden causar graves daños; las empresas afectadas pueden perder datos confidenciales, poner en riesgo vidas, enfrentar grandes multas, así como daños irreparables a su reputación.

Los riesgos actuales

En los últimos años se ha registrado un aumento de ataques cada vez más complejos e incluso se puede hablar de una creciente profesionalidad de la cibercriminalidad. A menudo, a causa de la sofisticación del software malicioso, no es posible aplicar acciones de defensa o buscar los orígenes de los ataques. 

A esto se suma el hecho de que los criminales actúan a escala mundial debido a que Internet no tiene fronteras. Además, la conexión entre los diferentes dispositivos les facilita todavía más la tarea.

Existen diferentes amenazas que son comunes, dentro de las más habituales podemos mencionar las siguientes:

  • Ciberguerra: se refiere a un ataque cuya finalidad por lo general es política.
  • Cibercrimen: es de las más comunes y que se presenta en todo tipo de países, donde a través de ella los llamados Hackers acceden a sistemas informáticos protegidos e intentan obtener ganancias financieras.
  • Ciberterrorismo: su objetivo es crear terror o miedo generalizado entre una población, clase dirigente o gobierno, provocando uno de los más grandes miedos en la sociedad.

También podemos mencionar que los incidentes cibernéticos se clasifican constantemente en la cima de las preocupaciones comerciales, y es fácil ver por qué: en una publicación reciente por el MIT, estiman que el costo global del delito cibernético aumentará a 6 billones de dólares al año para fines de 2021. Y esto fue antes de que la pandemia de COVID-19 interrumpiera los negocios en todo el mundo y ofreciera nuevas oportunidades para los piratas informáticos y los hackers.

Un ejemplo de ello es la cadena de hoteles Marriott, quien desde que comenzó la pandemia sufrió una violación de datos que afectó a 5.2 millones de clientes, o un ataque de ransomware (secuestro de datos) que obligó a Honda a cerrar sus operaciones globales.

Categorías comunes de la ciberseguridad

  • La seguridad de red: hace referencia a proteger una red informática de los intrusos por ataques dirigidos o malware.
  • La seguridad de la información: protege la identidad y la privacidad de datos, tanto en el almacenamiento como en el tránsito.
  • La seguridad operativa: los procesos para manejar y proteger los recursos de datos, los permisos que tienen los usuarios para conectarse a una red y los procedimientos que determinan cómo y dónde pueden almacenarse o compartirse los datos.
  • La seguridad en las aplicaciones: especializada en mantener el software y los dispositivos libres de amenazas.
  • La recuperación de datos ante desastres: la forma en la que una organización responde a un incidente de ciberseguridad o cualquier otro que cause que se detenga su operación o que pierda datos.
  • Capacitación al usuario final: aborda el factor de ciberseguridad más impredecible; las personas.

La firma de ciberseguridad Kaspersky publico un informe sobre la frecuencia de ciberataques en América Latina, resalta que entre noviembre de 2018 y noviembre de 2019 se registraron 97 millones de ataques phishing o correo fraudulento, lo que equivale a 42 ataques por segundo.

Estas cifras evidencian la necesidad de invertir en ciberseguridad para garantizar una mejor protección a las operaciones digitales en 2020. El informe también reveló que se realizaron durante el 2019, más de 1,300 millones de ataques de malware o software malicioso, lo que representa un aumento del 13% frente a la medición anterior. Sin duda el motivo de estos ataques es la oportunidad de lucro que los ciberdelincuentes ven en los fraudes y robos digitales.

Concluyo en que es imprescindible estar lo más actualizado posible para garantizar la seguridad informática en los hogares, en las empresas o en cualquier entorno. Es claro que a medida que se hacen más populares las operaciones digitales y el uso de la tecnología en la cotidianidad de las personas, aumentan los ciberataques y por lo tanto debe reforzarse la seguridad en los entornos digitales.

Por ello les comparto algunas tendencias en ciberseguridad que seguirán estando presentes para el 2021:

  • Accesos y autentificaciones biométricas sin password: como la comprobación de huellas digitales, escaneos faciales o reconocimiento de voz.
  • Encriptación avanzada de datos: actualización de software de encriptación y protección de datos con más capas de cifrado que protejan durante cualquier interacción en línea.
  • Ciberseguridad en la nube: protege la transferencia y almacenamiento de información crítica en este ambiente virtual que, pese a ser sumamente eficiente, es también vulnerable.

Por lo tanto, sin importar su forma o estado, la información requiere de medidas de protección adecuadas de acuerdo con su importancia y criticidad, y este es precisamente el ámbito de la seguridad de la información. 

*El autor es presidente de la Fundación Reinventando a México.

Empresario estratega, innovador y agente de cambio comprometido con su país y la reinvención a través de sus proyectos. Cuenta con una larga trayectoria en el mundo empresarial en los sectores financiero, telecomunicaciones y tecnología así como en el campo de la promoción social, lo que le ha permitido desarrollar metodologías de identificación, análisis y solución efectiva de los retos actuales.

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