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La decisión de Taddei
Luego de tres elecciones presidenciales, la televisión tomó nuevamente el control del flujo informativo de los resultados electorales, tras del cierre de las casillas. Las enseñanzas del 2006 y las subsecuentes fueron aplicadas al pie de la letra, para evitar presiones políticas e incidentes con el poder presidencial.
En 1994, desde Los Pinos se impulsó la difusión de las primeras exit polls en la historia de las elecciones presidenciales en México. Entonces, Mitofsky Internacional irrumpió en el escenario, contratada por la CIRT, y exorcizó al fantasma de las impugnaciones.
En el 2006, la exit poll de Roy Campos y Warren Mitofsky para Televisa abarcó más de 35,000 entrevistas en 520 puntos de levantamiento, para cubrir la elección presidencial y cuatro elecciones estatales. Los resultados sólo fueron compartidos por los especialistas con los altos funcionarios de la televisora de San Ángel antes de ser difundidos al aire. Ese too close to call nunca le perdonaron los calderonistas a los encuestadores. Tampoco, AMLO.
A diferencia del PREP —poco útiles para anticipar las tendencias, en las horas posteriores al cierre de las casillas— los conteos rápidos se han convertido en herramientas contundentes para despresurizar las tensiones de la competencia entre los actores políticos.
Más por razones editoriales que políticas, la cadena televisiva más importante decidió quedarse al margen en la carrera por cantar a los ganadores con exit polls. En cambio, con quick counts a cargo de Consulta, sus noticieros ayudaron a dar certidumbre a los resultados anticipados por las autoridades electorales.
El pasado domingo 2, N + y El Financiero TV recurrieron a una misma fórmula —la proyección del ganador— para anunciar el triunfo de Claudia Sheinbaum apenas si fuera legalmente posible. La ratificación de esas tendencias demoró tres horas y a punto estuvo de convertirse innecesariamente en un foco de suspicacias.
Por ley, el INE y los OPLE en las nueve entidades donde se renovaron las gubernaturas, debían difundir los resultados de sus conteos rápidos, mismos que fueron encargados a un comité integrado por una docena de expertos, cuya experiencia y capacidad nadie cuestionó.
Además, el INE divulgaría, por primera vez, la estimación del resultado de las elecciones para diputados federales y senadores de la República. Si bien no hubo un acuerdo específico sobre el formato para cumplir con esta obligación, los integrantes del Consejo General del INE asumieron que el Comité Técnico los entregaría escalonados.
A las 22:00 horas, N+ había cumplido con su labor informativa. Sin recurrir a la divulgación de porcentajes o apelar al prestigio de una casa encuestadora, asumió la responsabilidad editorial de cantar a los ganadores en las entidades que no presentaban escenarios de competencia cerrada.
En seis de las nueve entidades donde se renovaron las gubernaturas, los candidatos oficialistas y de la oposición anunciaron sus triunfos apoyados por exit polls... cuya manufactura mantuvieron bajo reserva.
Nadie quiso reconocer su desventaja. Los augurios de un conflicto postelectoral estaban basados en un escenario de competencia cerrada.
Finalmente, el sobre con los tres informes fue entregado en punto de las 23:00 horas. En tiempo y forma, conforme lo marca el reglamento de elecciones. Ese acto tuvo que ser protocolizado ante el notario 249 de la CDMX, Raúl Rodríguez Piña, quien dio fe de la legalidad del contenido del sobre y también del tercer mensaje de la presidenta consejera, Guadalupe Taddei transmitido en cadena nacional a las 23:30 horas.
Tanto el PREP como los tres conteos del COTECORA, coincidieron con las proyecciones de las televisoras. Todos están sujetos a la confirmación de los cómputos distritales, que inician mañana a partir de las 8:00 horas.