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La digitalización de Svarch en Cofepris va en serio; e igual su impacto económico
Termina un sexenio donde hubo serios tropiezos en el sector salud, pero un área donde se remontó y hoy ya hay resultados es en regulación sanitaria.
Después del enorme tropiezo con José Novelo a inicios de sexenio que generó una grave parálisis regulatoria, los pasos que el organismo logró a partir de 2021 cuando Alejandro Svarch tomó las riendas han sido determinantes.
Platicamos con Svarch y reconoce que al llegar a Cofepris en febrero de 2021 inició una nueva curva de aprendizaje empezando desde cero, incluso sin tener segundos de a bordo porque necesitaba gente de toda su confianza, pero a tres años de ello, hoy Svarch tiene una claridad nítida sobre el rol de Cofepris como vigilante de una muy significativa proporción de la producción nacional y, por ende, un impacto directo en la economía nacional. A Cofepris le toca regular sectores clave como farmacéutico, dispositivos médicos, plaguicidas y nutrientes vegetales, alimentos procesados, bebidas alcohólicas y no alcohólicas, pesca y todos los establecimientos de servicios de salud. Estas ramas industriales hoy representan 12% del Producto Interno Bruto (PIB) de México.
Una certeza que hoy asume el titular del regulador mexicano es que los intereses de Cofepris convergen con los de la industria productora de insumos en salud que quiere crecer haciendo bien las cosas.
La Comisión de Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) tiene un rol fundamental en garantizar la inocuidad y calidad de productos y servicios que todos consumimos, y como parte de ello en el ámbito económico su labor también es crucial.
Como dice Alejandro Svarch, el regulador sanitario puede ser un impulso o un freno a la producción. Por ejemplo, en el ámbito de medicamentos, si Cofepris ejerce una regulación equilibrada y adecuada no sólo reduce los riesgos para el consumidor, sino además, potencia la expansión de la industria nacional. “El sello de Cofepris es una garantía de calidad que abre mercados.” En caso contrario, una sobreregulación se convierte en obstáculo a la labor productiva.
Ese rol es fundamental y Svarch, a tres años y medio de su mandato como comisionado federal no sólo lo entiende perfecto, sino que ha asumido estrategias con visión. Conformó una Unidad de Datos para generar y controlar la información de toda la gama de acciones regulatorias y ahora abrirá una Dirección sobre política industrial. Si el próximo gobierno sostiene al equipo actual en Cofepris seguro trabajará en conjunto con el equipo de Marcelo Ebrard en la Secretaría de Economía.
Otro rubro donde la actual Cofepris dio pasos relevantes es en el enorme rezago de trámites que se fue acumulando por años ante la insuficiente capacidad de respuesta de la agencia. Es un problema histórico cuya causa principal es, sí la insuficiencia de dictaminadores, pero también el hecho de que había un solo carril para recibir todo tipo de trámites y ahí se empantanaban. A la Comisión de Autorización Sanitaria (CAS) le llegaban tanto los administrativos que podían ser de lo más sencillos como los más complejos que implican riesgo para la salud; ahora hay una ventanilla para los administrativos y los resuelve cada empresa en forma autogestiva y en línea. Es parte de la digitalización de Svarch cuyo beneficio ya empieza a notarse. Primero digitalizaron prórrogas, luego avisos de publicidad y ahora ya lo relativo al funcionamiento de las plantas. Pudimos atestiguar un cambio radical en las oficinas de Oklahoma que reflejan una nueva Cofepris, donde un representante de empresa nos compartió que resuelve un trámite en cuestión de horas, lo que hace poco podía tomar meses.
Aparte, la Cofepris de hoy lleva encarriladas tres estrategias de certidumbre regulatoria, la del sector farmacéutico 2022-2030, la de dispositivos médicos prevista a culminar en 2026 y la de medicamentos biosimilares prevista para ejecutarse del 2024 al 2027.
En este escenario y ante el cambio de Gobierno, lo que más le conviene al país es que Cofepris sostenga el ritmo que lleva. Algo positivo es que el próximo secretario de salud, el doctor David Kershenobich, conoce muy bien a Svarch, pues fue su alumno en el Instituto de Nutrición (INCMNSZ). De modo que podemos concluir que es altamente probable que lo mantenga como titular de la agencia sanitaria para que siga empujando y termine de construir los importantes carriles que arrancó.
Escuela de Regulación Sanitaria
La Escuela Regional de Regulación Sanitaria (ERRS) es una iniciativa conjunta que está impulsando Cofepris con la Cancillería mexicana y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), a fin de que las agencias de América Latina y el Caribe potencien y promuevan sus funciones como organismos de regulación, fiscalización y control. Esta escuela, respaldada también por la Unión Europea, tiene tres propósitos expresos: capacitar a profesionales de la región en regulación sanitaria, promover la armonización y convergencia regulatoria y abonar a la autosuficiencia sanitaria de Latinoamérica.
Inmegen cumple 20 años
El Instituto Nacional de Medicina Genómica (Inmegen), el más joven de esa red de institutos de alta especialidad, anda de plácemes pues está cumpliendo 20 años y lo celebró hace unos días con una ceremonia en su sede que fue encabezada por su titular, el Dr. Jorge Meléndez Zajgla, y el secretario de Salud, Jorge Alcocer. Hubo una charla magistral del Dr. Raúl Carrillo Esper, vicepresidente de la Academia Nacional de Medicina, y un concierto de la Ópera de Bellas Artes.