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La distribución de medicamentos sigue satanizada
El último tramo de la cadena de producción de medicamentos, que es hacerlos llegar al paciente, se ha satanizado de más. Pero es una parte importante, sensible por lo delicado del producto y complejo por lo fragmentado de nuestro sistema de salud y por la enorme extensión y orografía de nuestro país.
Es sobretodo en la distribución donde el actual Gobierno ha cambiado el modelo de compra de fármacos pero ha generado igualmente muchas complicaciones. Las autoridades siguen descalificando a las distribuidoras al señalarlas como simples intermediarias que sólo generan sobrecosto en los medicamentos.
Ayer el subsecretario Hugo López-Gatell volvió a mencionar en la mañanera que mediante el modelo de triple optimización, se compra directamente a fabricantes y dueños de los registros sanitarios, sin intermediarios ni condicionamientos comerciales. El costo, reiteró, se incrementaba por el intermediario.
Sin embargo, a la fecha dichas empresas distribuidoras siguen teniendo un rol estratégico. Quizá los nombres estigmatizados de Fármacos Especializados, Dimesa o Maypo ya no participan directo como oferentes; pero sigue habiendo distribución y reparto ahora hecho por empresas de logística como Estafeta, RedPack o DHL que sin tener el expertís han entrado a cubrir esa necesidad. Están tardando 45 días en hacer llegar las terapias a clínicas y centros de salud no necesariamente de poblaciones alejadas.
Mientras no se logre un buen control en el reparto no se solucionará la carencia de terapias en clínicas y hospitales; el problema es que muchas veces están en los almacenes de laboratorios y tardan mucho en llegar al paciente. No es para menos. Son entre 2,000 y 2,500 puntos de entrega...
En la negociación del fin de semana iniciada en Gobernación y continuada todo el fin de semana por el equipo de Zoe Robledo en el IMSS, les faltó hablar de ese tramo, de la distribución. Raquel Buenrostro antes de irse de la Oficialía Mayor de SHCP al SAT, terminó comprendiendo el rol del distribuidor en fármacos.
El punto es que por muchos ahorros que se logren en el precio ofertado por el fabricante, si en el traslado el medicamento no preserva su calidad, seguridad y eficacia, dichos costos al final anulan los ahorros. Un mal manejo de terapias que deriva en descontrol de temperatura puede significar pérdida de propiedades o de eficacia o riesgo para el paciente.
Los pagos sí se han agilizado
Lo que sí es que hoy hay oportunidad en los pagos de medicamentos; y ése es un factor que en anteriores gobiernos no se tenía. Los retrasos de meses y años en los pagos llevaron a las distribuidoras a jugar un papel adicional de brazo financiero porque absorbían las deudas.
Hoy el gobierno está logrando pagar los fármacos en cuestión de semanas. De hecho nos comentan que de deudas arrastradas desde 2018 y más atrás, ya se han cubierto 70%.
El modelo actual está basado en el cumplimiento de pagos y mientras sigan con el ritmo de cumplimiento es sostenible.
Aún asi, hay que decir que las grandes distribuidoras dedicadas al traslado de medicamentos existen en todo el mundo; son un nicho especializado e incluso, al ser de gran capital, hay una tendencia de consolidación mediante fusiones; por ejemplo en Estados Unidos o Inglaterra las 3 principales absorben la mayor parte del mercado.
Oliveros asumirá presidencia de AMID
La próxima semana habrá cambio de presidencia de la Asociación Mexicana de Industrias Innovadoras en Dispositivos Médicos (AMID). Asumirá Fernando Oliveros, el vicepresidente de Medtronic, quien trae ideas innovadoras para este sector con nuevos modelos de compra/venta y opciones para apoyar al actual Gobierno mexicano a avanzar en la incorporación de tecnología en el sistema público de salud donde el desafío es mayúsculo.
Twitter.com/MaribelRCoronel
maribel.coronel@eleconomista.mx