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Opinión

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La economía mundial, entre luces y sombras

Europa está experimentando un bajo crecimiento económico por la crisis energética, la inflación y la elevación de las tasas de interés. La principal locomotora del crecimiento económico europeo es Alemania, que se vio afectada por un bajísimo crecimiento del 0.3 % en el primer trimestre de este año.

Fue un alivio para el gobierno de Estados Unidos que las negociaciones entre el Presidente Biden y el líder de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy, lograran suspender el llamado "techo de deuda" de 31.4 billones de dólares durante dos años, lo que significa que el gobierno siga pidiendo dinero prestado. Como parte de la negociación, se añadieron 886,000 millones de dólares para gastos de seguridad en 2024.

El nivel de endeudamiento actual de Estados Unidos tiene como explicación el bajo crecimiento económico y los gastos gubernamentales crecientes. Restringirlos significaba definiciones políticas que oscilaban entre reducir el exceso de apoyos fiscales a la industria petrolera que los republicanos no aceptan, o bajar los gastos sociales que tampoco aprueban los demócratas.

Con el acuerdo logrado se evita la amenaza de una falta de pago que habría sido catastrófica, no sólo para la economía estadounidense, sino para la economía mundial, debido a la importancia que EU tiene en ella. También se evita vulnerar la incipiente recuperación económica, la cual está significando grandes apoyos fiscales. Asimismo, se diluyen los vientos recesivos que, si ocurren, serán de poca profundidad y de corta duración.

En contraste, a los países en desarrollo con deuda excesiva les afecta el incumplimiento de pagos. China, como el mayor acreedor del mundo, ha insistido en que sean las instituciones multilaterales las que hagan alguna forma de rebaja. Pero estas solo pueden ofrecer financiamiento barato y reestructuraciones de deuda, lo que hace diferir el problema, pero que alivia las presiones a corto plazo. La única solución para estos países es el crecimiento económico y un equilibrado manejo financiero.

Europa está experimentando un bajo crecimiento económico por la crisis energética, la inflación y la elevación de las tasas de interés. La principal locomotora del crecimiento económico europeo es Alemania, que se vio afectada por un bajísimo crecimiento del 0.3 % en el primer trimestre de este año. En una situación parecida están España e Italia. En su conjunto, la zona euro sólo creció en un 1%. El efecto de esta situación económica es el desprestigio de los gobiernos. El 71% de los alemanes no está satisfecho con lo que hace el gobierno y solo el 32% aprueba al Canciller Scholz.

En Asia, los países más importantes muestran crecimiento económico, pero ahora la prioridad es observar el entorno y continuar con su carrera armamentista debido a las amenazas de China de invadir Taiwán. Tanto Japón como Australia, Corea del Sur, Indonesia y Singapur tienen importantes programas militares.

China, en este año ha visto contracciones en su economía, particularmente en la industria manufacturera. Aun así, realiza inversiones en su equipamiento militar, mantiene un posicionamiento importante en el comercio y la inversión internacional. Además, está en la batalla mundial para tener ventajas globales en Inteligencia Artificial. Está convencida de que tener control de la información significa poder global.

smota@eleconomista.com.mx

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Escritor y licenciado en economía, egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México. De 1984 a 1990 fue embajador de México ante el Reino de Dinamarca, donde se le condecoró con la orden Dannebrog.

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