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La guerra contra el narcotráfico seguirá siendo perdida en ambos lados de la frontera
El negocio del narcotráfico será cada vez más violento porque las bandas que se disputan las rutas de trasiego y los mercados mundiales para el fentanilo y las metanfetaminas compiten para ganar cantidades de dinero muy, pero muy superiores a las que obtienen traficando mariguana, heroína o cocaína.
En Estados Unidos ha ido en aumento la demanda del fentanilo y la metanfetamina que los cárteles elaboran en México. La primera se produce usando materias primas o precursores químicos que compran en China e ilegalmente importan a México a través de los puertos del Pacífico. La segunda se fabrica combinando diversos ingredientes que se venden libremente en el mercado con efedrina, un fármaco ampliamente utilizado en diversos medicamentos.
De acuerdo con las autoridades de Estados Unidos, que es el principal mercado para los productos de los narcos mexicanos, en 2020 unas 2.56 millones de personas consumieron metanfetamina y murieron por sobredosis unas 18,000. En lo que va del año más de 64,000 personas han muerto por una sobredosis de opiáceos sintéticos, principalmente de fentanilo (que es de 50 a 100 veces más potente que la morfina), y durante el periodo abril 2020 a abril 2021 murieron poco más de 100,000.
El crecimiento del negocio se aprecia al comparar los kilogramos de ambas drogas decomisados por el gobierno mexicano durante los primeros tres años de la administración lopezobradorista con los kilogramos decomisados durante los últimos tres años de la administración de Enrique Peña Nieto.
En lo que toca a fentanilo, entre 2015 y 2018 se decomisaron 559 kilogramos, mientras que entre 2019 y 2021 el monto llegó a los 3,497 kilogramos; un incremento de 525.6 por ciento.
Tratándose de metanfetamina, el decomiso en el periodo 2015-2018 fue de 54,521 kilogramos y en el de 2019-2021 aumentó a 124,735 kilogramos o un 128.8 por ciento.
Hace unos días el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, dijo que los cárteles del narco han migrado de las drogas cultivadas, como el opio, la cocaína o la marihuana, a las sintéticas, como las dos mencionadas arriba.
Comparadas con las naturales, que implican sembrar y cosechar marihuana, amapola y coca, con todos los problemas que eso implica, las sintéticas son más fáciles de elaborar en laboratorios que cada vez son más grandes y con mayor capacidad de producción.
Además, como negocio, las que se fabrican en un laboratorio son mucho más redituables.
De acuerdo con la DEA, la Agencia Antidrogas de EU, a una organización de narcotráfico le cuesta 6,000 dólares un kilogramo de heroína obtenida de la amapola, la cual luego vende en las calles de ese país en unos 80,000 dólares; un buen negocio, indiscutiblemente.
Sin embargo, un kilogramo de fentanilo puro le cuesta 4,150 dólares, el cual luego transforma en 20 kilogramos de fentanilo para el mercado de menudeo, vendiendo cada kilo en 80,000 dólares, lo que representa un ingreso total de 1.6 millones de dólares; mucho mejor negocio que el de la heroína, definitivamente.
Los cárteles están ganando mucho más dinero que antes y tienen más recursos para corromper a funcionarios de ambos lados de la frontera norte de nuestro país. Así las cosas, la guerra contra el narcotráfico nunca la ganarán los gobiernos.
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