Buscar
Opinión

Lectura 5:00 min

La importancia de usar el crédito para sumar

main image

Joan Lanzagorta

Siempre hemos hablado en este espacio que el crédito no es bueno ni malo en sí mismo. Es simplemente una herramienta, que nos puede ayudar si la sabemos utilizar. Pero también que, mal usada, puede ser muy peligrosa y eliminar la posibilidad de crear patrimonio (incluso destruirlo).

En el mundo cada día se otorgan más y más créditos. Hemos construido una cultura alrededor del crédito que a mi juicio es muy peligrosa. Personas, empresas y países cada día están más endeudados y esa tendencia parece no parar. Se ha vuelto común refinanciar o reestructurar créditos que no es más que patear el problema para más adelante, pero que no lo resuelve de fondo.

He tenido contacto con muchos lectores que están sumamente endeudados y que me han hablado sobre sus problemas. Uno de ellos acababa de aceptar un crédito de nómina que su banco le ofreció a través del cajero automático y que lo pensaba utilizar para pagar otras deudas con tarjetas de crédito. Sin embargo, cuando aceptó no sabía que la tasa de interés era también sumamente elevada (comparable a la de una tarjeta de crédito) y que ese producto no permitía pagos adicionales a capital. Simplemente hizo su problema más grande.

¿Qué significa endeudarse?

Tomar un crédito es equivalente a gastar desde hoy dinero que aún no hemos ganado. Entonces, cuando ese ingreso llegue, parte de él ya no será para nosotros sino para pagar esa deuda. Entonces tendremos menos dinero disponible para cubrir nuestras necesidades, para ahorrar o para construir patrimonio. Esto pasa aún si nos endeudamos a “meses sin intereses”.

Pero muchas veces los créditos tienen un costo: intereses, IVA y comisiones que hay que pagar a nuestros acreedores y que también deberemos pagar con dinero que aún no hemos ganado, con nuestro ingreso futuro, reduciéndolo aún más.

Entender eso es crucial. Mucha gente tiene el mal hábito de adquirir todo a crédito. Lo ponen todo a “meses sin intereses” pero además llevan un saldo revolvente que poco a poco se va haciendo más grande.

Eso quiere decir: cada vez una porción mayor de sus ingresos tiene que usarse para pagar el crédito. Les alcanza cada vez menos para otras cosas y por lo mismo tienen que seguir financiando su consumo. Cada mes pagar se vuelve un poquito más difícil, hasta que llega un día en que de plano ya no pueden.

¿Conviene financiar una compra mayor, como un refrigerador o un automóvil?

En estos casos el crédito puede funcionar, sobre todo cuando el costo del mismo es bajo (por ejemplo, sin intereses) y cuando podemos pagar nuestras mensualidades sin comprometer otras cosas importantes, como por ejemplo nuestro ahorro para el retiro (construcción del patrimonio).

Recordemos que en nuestro balance personal, el tamaño de nuestro patrimonio es igual a lo que tenemos (activos = valor de nuestros bienes e inversiones) menos lo que debemos (pasivos). Por lo tanto, mientras mayores sean nuestras deudas y más alto sea el costo de las mismas, menor será nuestro patrimonio. Esto se hace más evidente si los bienes adquiridos con el crédito son bienes que se deprecian, como los automóviles, ya que éstos van perdiendo su valor con el tiempo y con el uso.

Alguna vez he relatado aquí que mi primer automóvil lo compré a crédito. Todos los demás los he pagado de contado. Ha sido sencillo: cuando terminé de pagar las mensualidades a la financiera, empecé a pagármelas a mí mismo. Ya estaba acostumbrado, formaban parte de mis gastos mensuales. Así formé mi propio fondo de sustitución de auto que me ha servido mucho.

Cambié el paradigma de comprar hoy para pagar después, por pagar hoy y comprar después. Eso me da flexibilidad financiera porque es dinero que, de ser necesario, podría reasignar (y lo he hecho, dependiendo de mis prioridades en ese momento).

¿Qué me dices del crédito hipotecario?

Este es uno de los casos en los que el crédito puede ayudar mucho, pero también se tiene que tomar una decisión muy cuidadosa, porque quizá es el crédito más grande que tendremos, con el plazo más largo.

He visto personas que tomaron una decisión inteligente, tenían una parte del valor de la vivienda ahorrado como enganche y lograron pagar su crédito hipotecario en menos de cinco años, haciendo pagos adicionales y usando herramientas como Apoyo Infonavit.

Pero también he visto gente que ha tomado créditos adicionales para el enganche, para los muebles y que se ha endeudado más allá de su capacidad de pago, todo por el “deseo” de realizar esa meta cuando aún no era el momento.

contacto@planeatusfinanzas.com

Joan Lanzagorta

Ejecutivo de alto nivel en seguros y reaseguro con visión estratégica de negocio, alta capacidad de liderazgo, negociación y gerencia. Además es columnista de Finanzas Personales en El Economista, Coach en Finanzas Personales y creador de la página planeatusfinanzas.com

Únete infórmate descubre

Suscríbete a nuestros
Newsletters

Ve a nuestros Newslettersregístrate aquí
tracking reference image

Últimas noticias

Noticias Recomendadas

Suscríbete