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La inflación y las señales para el Banxico
Otra vez el resultado inflacionario se acompaña de la frase de ser el dato más alto del siglo para un mes de agosto, eso implica que todavía no logra fijar un techo.
No van a ser los precios de los energéticos, en especial los precios de las gasolinas, los que van a marcar ese punto de inflexión en los niveles de la inflación en México porque en este país no van a bajar lo que pagan los consumidores por estos combustibles, porque toca el turno al SAT de recuperar los ingresos perdidos por el subsidio fiscal del impuesto especial.
Lo que sí va a suceder con la baja en los precios de los hidrocarburos es que habrá una notable baja en los ingresos públicos por su exportación.
Los precios de algunos alimentos en los mercados internacionales han mostrado alguna despresurización, ahora hay que ver si el traspaso de esa reducción es tan rápido en el mercado mexicano como sucede cuando suben.
El regreso a clases y el aumento en los costos de los servicios educativos también habrán de tener algún impacto en la inflación general, que se notará con más claridad durante esta primera quincena de septiembre, estos precios tampoco ayudan mucho a pensar en un sólido techo inflacionario en el corto plazo.
Pero lo que realmente debe mover a los integrantes de la Junta de Gobierno del Banco de México es esa ruta sin descanso al alza del índice de la inflación subyacente.
El aumento mensual de 0.80% en este indicador de la inflación menos sujeta a la volatilidad y que ya acumula un incremento anual de 8.05%, acaba por dar la razón a los banqueros centrales que todavía no ven un final cercano de una estricta restricción monetaria.
A pesar de que hay una clara divergencia al interior de los que toman decisiones en el Banco de México, no hay dudas en el mercado que la mayoría continuará con una actitud intransigente con los altos niveles inflacionarios.
La apuesta del mercado es que en la siguiente reunión de decisión de política monetaria de la Junta de Gobierno del Banco de México se recetarán otros 75 puntos base de incremento a la tasa de referencia, hasta 9.25 por ciento.
Y con dos reuniones más para finalizar el año, después de esta siguiente del 29 de septiembre, los cálculos del mercado es que los banqueros centrales mexicanos repartirán, al menos, otros 75 puntos de aumento para llegar al cierre del 2022 con una tasa interbancaria de 10 por ciento.
En Estados Unidos, donde sí se nota una baja inflacionaria por la reducción de los precios de las gasolinas, los cálculos hablan de una garantía de aumento en la tasa de interés de la Reserva Federal (Fed), en su encuentro del 20 y 21 de septiembre próximos. Las apuestas apuntan a un incremento de medio punto porcentual, ya no los tres cuartos de punto del encuentro anterior.
Y aunque no lo quieran ver así, pero el banco central mexicano no puede despegarse del ritmo de aumento de las tasas por parte de la Fed si no quiere provocar estragos en los mercados que por ahora no han estado presentes.
Lo que mueve a la Junta de Gobierno
Subyacente, sin freno
Lo que realmente debe mover a los integrantes de la Junta de Gobierno del Banco de México es esa ruta sin descanso al alza del índice de la inflación subyacente.
La apuesta
La apuesta del mercado es que en la siguiente reunión de decisión de política monetaria del Banxico aumentarán otros 75 puntos base la tasa de referencia, hasta 9.25 por ciento.
Siguiendo a la Fed
El banco central mexicano no puede despegarse del ritmo de aumento de las tasas por parte de la Fed si no quiere provocar estragos en los mercados.