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La mentalidad y los retos financieros de las mujeres (Parte 2 de 2)
En la primera parte mencioné que las mujeres administran mejor el dinero que los hombres y en general son mejores inversionistas, porque se enfocan en su objetivo y buscan minimizar los riesgos. Los hombres suelen guiar sus decisiones más en el rendimiento a corto plazo y por lo tanto suelen tomar mayores riesgos.
Sin embargo, también mencioné que muchas mujeres sienten que la mayoría de los productos financieros, y recursos de educación financiera, no abordan adecuadamente sus necesidades. Esto puede resultar en una falta de confianza para tomar decisiones financieras más complejas, particularmente en materia de inversiones. De hecho, durante el fin de semana, recibí el correo de una mujer quien me dice que está tratando de aprender todo lo que puede, pero aún siente parálisis a la hora de invertir. No quiere tomar una mala decisión.
Para abordar esos desafíos y empoderar a las mujeres, es importante desarrollar estrategias que tengan en cuenta sus necesidades y mentalidad específicas. Deben aprender los conceptos básicos de la planeación e inversión a largo plazo, manejo de riesgos y herramientas de protección para ellas y su familia. Siempre he dicho que cuando uno comprende los conceptos clave, tomar decisiones informadas se vuelve mucho más sencillo.
Ahora bien, dado que muchas mujeres prefieren enfoques conservadores, deben entender el papel que juegan las dos principales clases de activos en un portafolio de inversión y cómo combinarlos para maximizar su potencial de rendimiento, pero siempre dentro del riesgo que ellas quieren asumir. La idea es encontrar ese equilibrio.
Desde luego, dado que una de sus prioridades es garantizar la estabilidad económica de su familia, la planeación financiera a largo plazo es una herramienta fundamental. Como mencioné en la primera parte, aspectos importantes son el ahorro para emergencias, su ahorro para el retiro y la educación de sus hijos. Siempre me ha gustado trabajar con mujeres para ayudarles a realizar un plan que se adapte a sus necesidades y circunstancias individuales: ellas son mucho más enfocadas que los hombres y eso es muy importante.
En la encuesta a la que me referí en la primera parte, se habla de lo difícil que es para algunas personas mujeres tener conversaciones de dinero y encontrar personas afines, que las entiendan porque están enfrentando retos similares. Construir redes de apoyo financiero pueden proporcionarles la confianza que necesitan para tomar decisiones informadas.
En este punto vale la pena hablar del tema de la brecha salarial. Muchas mujeres tienen que aprender habilidades de negociación y abogar por un salario justo y equitativo. Además es importante que se sigan preparando, para adquirir nuevas habilidades que les ayude a avanzar en sus carreras y mejorar su potencial de ingresos, pero siempre en equilibrio con su entorno familiar.
Para ello, dado que muchas mujeres enfrentan múltiples responsabilidades, es importante que aprendan a gestionar su tiempo de manera eficiente. Por ejemplo: establecer prioridades claras y delegar tareas cuando sea posible, les puede liberar tiempo para enfocarse en su desarrollo profesional y financiero. En este punto, el apoyo de la familia pero sobre todo de la pareja, es fundamental. La equidad de género empieza en casa.
En resumen, comprender la manera como las mujeres piensan en relación con el dinero, cuáles son sus prioridades y los retos particulares que enfrentan, es fundamental para poder desarrollar estrategias efectivas en el manejo de sus finanzas personales. Al considerar estos desafíos, se pueden utilizar mejor las distintas herramientas de planeación financiera, para ayudarles a lograr una mayor seguridad económica y bienestar financiero a lo largo de sus vidas.
Antes de terminar, debo decir que me parece triste que haya muy pocos productos financieros diseñados específicamente para mujeres. De hecho, en mi humilde opinión, los pocos que existen responden más a una estrategia de marketing que a sus necesidades particulares (son los mismos productos, con algún pequeño beneficio adicional “exclusivo” para ella, acompañado de campañas promocionales). A pesar de ello, las herramientas que existen, bien utilizadas, son suficientes para ayudarles a cubrir sus necesidades y alcanzar sus prioridades.
Dado que muchas mujeres prefieren enfoques conservadores, deben entender el papel que juegan las dos principales clases de activos en un portafolio de inversión y cómo combinarlos para maximizar su potencial de rendimiento, pero siempre dentro del riesgo que ellas quieren asumir.