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La presidenta eléctrica
La administración de la próxima presidenta estará marcada por su política energética. Todas las inversiones dependen de la estrategia que tome, ya que no hay inversión sin electricidad.
Mientras el presidente Andrés Manuel López Obrador intenta una última puja para modificar la Ley, manteniendo su plan y estrategia y exhibiendo que la próxima presidenta no tiene un plan, la próxima jefa de Estado asume su cargo en un momento de crisis en el sector eléctrico y posiblemente legislativo, considerando el paquete de reformas nuevas. Además, existe incertidumbre entre los inversionistas debido a la batalla de AMLO contra el sector privado en el ámbito eléctrico.
Dentro del nuevo paquete de reformas propuesto por el actual presidente, resalta la iniciativa de dar prioridad a la CFE, evitando que esta deba competir con otras empresas en un mercado abierto de precios de producción. Esto ayudaría a la empresa estatal a tener más flujos y "mejorar" sus finanzas, aunque destruiría el piso bajo el cual está construida la Ley de la Industria Eléctrica (LIE), que tiene como objetivo general un mercado competitivo que refleje mejores condiciones para todos los consumidores del país.
Es indispensable que la próxima presidenta tome una posición clara respecto al futuro del sector. El famoso nearshoring no solo puede verse afectado, sino que, sin claridad en el sector, podría simplemente desvanecerse debido a una potencial crisis energética, lo que costaría miles de millones en inversión directa.
No es necesario que la próxima presidenta imponga una postura en contra de la actual política. Simplemente es esencial un plan de transición que demuestre que hay un plan. Todo el sector está pendiente de la nueva política; es de máxima importancia para los inversionistas saber si existen oportunidades y apertura. Dinero hay, opciones no se sabe.
En cuanto a los puntos de la última reforma, uno de los principales es dar prioridad de despacho. Esto puede ser ejecutado con un "twist" en el punto de vista. Antes de explicar cómo, vale la pena agregar al contexto que los directivos de la CFE han declarado en múltiples ocasiones sobre los altos costos que representa para la compañía del Estado respaldar la "intermitencia" que producen las fuentes renovables. Ambos problemas pueden tener una solución si la CFE hace una completa transición a una empresa 100% renovable, ya que las centrales eléctricas de fuentes renovables son siempre las primeras en despachar. Cumplir así con el primer punto de incrementar el despacho y flujos de una CFE 100% renovable, teniendo prioridad de suministro eléctrico sin necesidad de pelear por cambiar la ley, garantizaría las finanzas de la CFE.
Una transición a una empresa 100% renovable necesita de una gran inversión. Para lograrlo sin perder su participación mayorista, parte de la política de AMLO, puede ser financiada con la renta de los activos no renovables que actualmente son propiedad de la CFE, manteniendo el control operativo bajo un esquema similar al ejecutado con la reciente compra de los activos de Iberdrola. Por otra parte, en relación con los altos costos que le ocasionan a la CFE respaldar la "intermitencia" renovable, al ser una CFE 100% renovable con "intermitencia", puede realizar subastas para que empresas privadas respalden el sistema y de esta manera deje de ser un costo para la compañía estatal. Por ejemplo, en Chile, el respaldo del sistema eléctrico está a cargo de empresas privadas, evitando el gasto oneroso que tanto apremiaba a su país de la misma manera. Con esto se resuelven dos problemas simultáneamente.
Está claro que se hereda un problema que López Obrador buscó solucionar a su estilo. La nueva presidenta se enfrenta al reto de evitar una crisis. La transmisión es insuficiente, la demanda incrementa más que la propia generación, y la electrificación del sector de hidrocarburos está acelerando las necesidades de un sector eléctrico sin suficiente inversión. El sector eléctrico necesita certeza y confianza; nunca ningún plan representó más dinero, inversión directa. Es responsabilidad de la próxima presidenta dar este "twist".
*El autor es CEO de Eon Energy.