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La sustitución de importaciones puede ser vintage, no retro
En México, la sustitución de importaciones, suena retro, a los 60 o 70, a algo que tuvimos y fracasó. En realidad, no fue exactamente así, el desarrollismo, del cual la sustitución de importaciones fue una parte fundamental, género años de crecimiento y consolidó una base industrial. El aterrizaje de ese política fue desafortunado. A diferencia de otras economías, en México no se realizó un proceso de apertura gradual, en el que se protegieran y desarrollaran ciertas industrias o productos, pero se pudieran importar, otros para generar competencia, reducir precios y ganar competitividad. En México, en cambio, el modelo estatista de control de la economía implotó, y se sustituyó por una apertura acelerada, que hizo inviables a miles de empresas. Algunas porque eran francamente ineficientes, pero otras que eran viables simplemente no resistieron el ritmo de la apertura, sin gradualidad y sin políticas de apoyo.
Después, gracias a exitosos acuerdos comerciales, especialmente con América del Norte, México desarrolló una poderosa industria de ensamble para la exportación, especialmente es sectores como el automotriz y el electrónico, pero también en la industria aeroespacial y de manera creciente en la de insumos médicos. También se desarrolló la agroindustria de exportación, especialmente de bebidas. Ahora, existen oportunidades claras para desarrollar también sectores de alta tecnología, como la electromovilidad y los semiconductores. El tema es que el contenido nacional de la exportaciones es bajo, sólo el 20% de nuestras ventas al extranjero de manufactura tiene componentes nacionales desde el inicio de la cadena. Eso es normal, la ventaja comparativa de México es precisamente ensamblar y después exportar con mayor facilidad que el resto de los países a América del Norte,; sin embargo, existen grandes oportunidades de incrementar este contenido, y aprovechar así la tendencia de relocalizar inversiones de Asia a esta región del mundo.
Ayer, en El Economista, se reportó que Guillermo del Río, presidente de la Asociación de Industrias Maquiladoras y Manufactureras de Exportación (Index) Occidente, señaló que su asociación busca incrementar la proveeduría local al menos un punto por año, ya que el 60% de los insumos de la cadena de la electrónica es importado. Esto es, sustituir importaciones no es una idea avejentada, es un oportunidad real para generar valor en la industria nacional, e incluso una necesidad, que podría operar mejor, con más eficiencia, con una mayor proporción de proveeduría local. Es posible, con distintos instrumentos de política pública y comercial y con la colaboración de empresas, como Index, incrementar los insumos nacionales en industrias conectadas con cadenas globales de valor, muchas empresas mexicanas cuentan o pueden desarrollar condiciones para participar de esa proveeduría. El otro gran tema es poder sustituir importaciones de productos asiáticos que llegan al país con subsidios o sin pagar aranceles, lo que generan una clara competencia desleal a industrias como la textil, la de ropa y la del calzado.
X @vidallerenas