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Opinión

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La transformación digital en el sector financiero

Hoy, este segmento enfrenta un entorno con requerimientos regulatorios cambiantes, donde los costos operativos se le han incrementado aproximadamente en un 60% en la última década, precisamente por costos regulatorios

Parece ayer, cuando literalmente las pizarras de las bolsas eran enormes pizarrones en las paredes del piso de remates, los cuales eran llenadas con precios escritos a mano con gises, y las órdenes de compra o venta eran recibidas por una línea de teléfono fija donde “los muñecos” o fichas de compraventa eran llenados a mano para después irlos a negociar de viva voz al área de operaciones y una vez llenada la orden, ésta era registrada en el corro para publicarse en un sistema que tenía un retraso de por lo menos media hora. Era la década de los 80´s.

Hoy, en los mercados bursátiles y de futuros, las pizarras son electrónicas, los precios son publicados de manera simultánea en todo el mundo en tiempo real y los inversionistas pueden tomar decisiones y ejecutar operaciones directamente desde cualquier parte del planeta en cuestión de milisegundos a través de una tableta o celular, recibir en ese instante la confirmación de su operación y a partir de ese momento, consultar sus pérdidas o ganancias.

En el caso de la Banca, si se quería disponer de efectivo, había que ir físicamente a una sucursal en día hábil y laboral a llenar un cheque de manera manual o solicitar uno de caja, y formarse en largas filas para cobrarlo en la ventanilla.

No se diga que estuviera mal nuestro Estado de Cuenta o que se quisiera transferir recursos a otra persona, porque dicha transacción podía tomar toda una mañana.

Hoy, con un celular puedo tener todos los servicios y productos de la Banca en la mano las 24 horas 7 días de la semana, y con solo unos clicks, hacer transferencias de dinero a cualquier parte del mundo, hacer pagos en establecimientos sin tener que sacar la tarjeta de crédito de la cartera, contratar un seguro, ver mi estado de cuenta o ser atendido por un robot en caso de requerir una aclaración, reduciendo los tiempos de espera.

Todo esto ha sido parte de la transformación digital que se ha experimentado en el sector financiero, que se vino a acelerar de manera exponencial a partir de la pandemia.

Es mucho lo que se ha avanzado pero, en un mundo que camina a pasos agigantados de la mano con la tecnología, hay siempre nuevos y diversos retos por enfrentar.

Hoy el sector financiero enfrenta un entorno con requerimientos regulatorios cambiantes, donde los costos operativos se le han incrementado aproximadamente en un 60% en la última década, precisamente por costos regulatorios.

El avance en la tecnología ha generado una competencia disruptiva y la aparición de nuevos jugadores como las Fintech e incluso el establecimiento de Neo Bancos que no solo ofrecen canales digitales a sus clientes para recibir servicios o hacer transacciones, sino productos digitales.

Por otra parte, y consecuencia de esta revolución tecnológica, los clientes demandan más y mejores servicios y productos a pesar de que sigue habiendo una brecha digital, además del importante aumento en requerimientos de privacidad y seguridad, donde se espera que el cibercrimen global pudiera llegar a costar 10.5 billones de dólares para 2025.

Así, el sector financiero requiere, a través de la tecnología, incrementar y mejorar la experiencia de sus clientes a través de la ultra personalización de productos y servicios, contar con instrumentos que faciliten la detección y prevención temprana de riesgos y establecer planes de remediación en temas de ciberseguridad.

También ofrecer soluciones móviles innovadoras, en la nube o híbrida, utilizar la Inteligencia artificial por ejemplo en procesos de análisis de crédito o machine learning para la tokenización de activos, hiperautomatizar procesos repetitivos a fin de contar con procesos más eficientes en beneficio del sector y sus clientes.

Se trata de reducir la distancia con el cliente, que hoy no se mide en metros, sino en milisegundos, y enfrentar la competencia a través de la innovación desarrollando nuevos modelos de negocio multicanal, por mencionar algunos.

Los beneficios de la transformación digital son muchos y es claro que la conectividad y la data están en el corazón de la digitalización, los cuales siempre deberán ser acompañados de capacidades consultivas, tanto técnicas como de negocio, en beneficio de los clientes del sector.

Se estima que para el 2024, el 50% de los servicios financieros se llevará a cabo en remoto.

El futuro es hoy.

aga@gamaa.com.mx

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