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Opinión

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Las economías requieren nuevos instrumentos de política o una coordinación extraterritorial ¿se encuentran preparadas las instituciones?

La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados.”.

Groucho Marx

Si bien ha faltado coordinación de las políticas entre América y Europa, las sólidas respuestas en los Estados Unidos y en la eurozona a la recesión mundial por coronavirus (GCR), han sido similares en tamaño y alcance, aunque consideramos que se ha desperdiciado su impulso.

Los apoyos fiscales y monetarios de los bancos centrales combinados, se acercarán al 30% del PIB para fin de año, y las garantías de préstamos alcanzarán el 50 % del PIB.

La Reserva Federal y el Banco Central Europeo, fueron notablemente rápidos en implementar sus medidas desde principios de marzo. El BCE priorizó sus Long-term Refinancing Operations, LTRO y la Fed se centró en el Quantitative Easing, QE; ambas instituciones incrementaron sus compras de activos y sus programas de préstamos en un 13 % del PIB desde principios de 2020, lo que podría alcanzar hasta el 22% para finales de año.

Los apoyos fiscales en los Estados Unidos y en Europa fueron históricamente amplios y rápidos, con un valor de alrededor del 9% del PIB, a diferencia de los apoyos fiscales durante la crisis financiera de 2008-2009.

En Estados Unidos, los préstamos condonables a las pequeñas empresas aumentaron el valor de las medidas fiscales hasta un 12% del PIB, mientras que en Europa se registró una inusual generosidad en el gasto fiscal por parte de Alemania, y un impulso franco-alemán para un histórico fondo de recuperación de 750.000 millones de euros, equivalente al 6% del PIB.

Las garantías de préstamos alcanzaron un valor superior al 20% del PIB en ambas regiones, proporcionaron un impulso adicional, aunque hasta ahora no se han explotado en todo su potencial ante la falta de coordinación.

Los programas de apoyo fiscal y monetario sin precedentes ayudaron a revertir el endurecimiento de las condiciones financieras y evitaron una crisis financiera de gran magnitud.

Es importante destacar que, a pesar de las respuestas de política de tamaños similares, los daños de la recesión mundial por coronavirus (GCR) fueron bastante desiguales. Se considera que el PIB de la eurozona disminuyó alrededor de un 6.5% en 2020, mientras que el PIB de los Estados lo hizo en un 3.4 %, gracias a que los incentivos fiscales y monetarios permitieron evitar una recesión económica más profunda, aunque consideramos que se desperdiciaron recursos, en el futuro se necesitará una mayor coordinación de los apoyos fiscales y monetarios en ambas regiones.

En cuanto a la política monetaria, mientras que el balance del BCE era del doble que el de la Fed antes del GCR (40% del PIB frente al 19%), ambos bancos centrales aumentaron sus balances en 13 puntos porcentuales. Esperamos que los programas adicionales de compras y préstamos aumenten el balance de ambos bancos en alrededor de un 22% del PIB para fin de año.

La mayor parte de la expansión por parte de la Fed se debe a la reanudación de las compras de bonos del Tesoro y de valores respaldados por hipotecas. Desde mediados de marzo, la Fed ha comprado más de 2.1 billones de dólares en activos (10% del PIB), mientras que el BCE ha aumentado sus compras en solo 500,000 millones de euros (4% del PIB).

En el frente fiscal, la cantidad de estímulos adicionales también ha sido similar, con ambas regiones aumentando sus apoyos a la economía en alrededor del 9% del PIB.

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