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Las rutas de Elba Esther
Acaban de cumplir cuatro años del regreso de Elba Esther Gordillo a la vida pública, tras de pasar casi todo el sexenio peñista sujeta a proceso penal. El poder Judicial sobreseyó las denuncias en su contra, tras de que su defensa demostrara que sus gastos personales —incluidos viajes y compras suntuosas— fueron autorizados por la dirigencia del SNTE.
La maestra quiso reconciliarse con el gremio magisterial. A la SEP llegaría Esteban Moctezuma Barragán, uno de sus “amores”, como llamaba a sus aliados políticos. A la Cancillería, Marcelo Ebrard. Y a la ONU, Juan Ramón de la Fuente. Ellos, junto con Julio Scherer Ibarra, intercedieron a su favor ante Andrés Manuel López Obrador.
Amor, con amor se paga. Las Redes Sociales Progresistas habían trabajado durante la campaña presidencial del 2018 para la causa lopezobradorista. Fernando González Sánchez, yerno de Gordillo Morales, y Juan Iván Peña Nader —comisionado por Scherer— se plantearon evitar que el magisterio apoyara a José Antonio Meade.
Al inicio de este sexenio, Elba Esther esperaba la convocatoria del gobierno federal para participar activamente en la elección de la nueva dirigencia del SNTE. Mientras, intervino en las primeras asambleas de RSP, que gracias al efecto AMLO había conseguido el registro condicionado en el INE como partido político nacional.
En el 2021, tras de un cisma interno, RSP apenas obtuvo 1.8% de la votación nacional, pero reclamó ante el Tribunal Electoral inequidad en la contienda. Decretada su desaparición, en diciembre del año pasado, se sumó a la Fuerza Solidaria Progresista, un movimiento que sumaría Fuerza por México y Encuentro Social, para postular candidatos en común en las elecciones del 2022.
Esa efímera alianza no produjo resultados. Concluido el ciclo electoral de este año, González Sánchez ha decidido avanzar a la construcción de “un gran movimiento” —alejado de aparatos partidistas y nomenklaturas— que dentro de un mes elegirá a su primer consejo nacional para encargarle organizar una Convención Nacional.
Sin recato alguno, esta nueva organización buscará un acuerdo con la precandidatura que enarbole “un proyecto de izquierda contemporáneo y sin límites (sic)”. Y apostará —como en la etapa previa— por la paridad sustantiva.
“¿Qué más progresista, que una mujer candidata?”, proclamaba González Sánchez hace cuatro meses, durante la campaña de Marina Vitela quien compitió por la gubernatura de Durango arropada por una coalición electoral que involucró morenista, quien compitió arropada por Morena, el PT, Fuerza por México y las RSP.
En el 2023, la nueva formación política iría con Delfina Gómez por la gubernatura del Estado de México. En ese caso, coincidirá con Nueva Alianza, la antigua formación partidista vinculada al elbismo.
En el 2024, MNP respaldaría a la primera mujer presidenta de México… ¿Y Elba Esther? ¿Negaría su apoyo a su yerno o al canciller Ebrard?
Efectos secundarios
CUENTA REGRESIVA. El contrato de Carlos Loret con W Radio expiró haceuna semana. En el escritorio de los directivos de Radiopolis quedó la última propuesta del influyente comunicador yucateco, quien pronto saldrá del aire, si no recibe respuesta satisfactoria. Una larga lista de probables reemplazantes está siendo evaluada. ¿Sus iniciales? Danielle Dhiturbide, Azucena Uresti, Sandra Romandía, Maca Carriedo, Leonardo Curzio. Enrique Hernández Alcázar. Leonardo Kourchenko y Brozo. Así las cosas...