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Opinión

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Los cinco obstáculos de la libertad financiera según William Bernstein. Cuarto obstáculo: Tú puedes ser tu peor enemigo (Parte 5 de 6)

En este espacio he hablado muchas veces que la disciplina y visión de largo plazo - ahorrar e invertir de manera constante, cada vez que obtenemos nuestro ingreso, sin importar lo que pase en el mundo - es clave. El problema, dice William Bernstein, es que los seres humanos tendemos a pensar demasiado en el corto plazo. No estamos diseñados para pensar en términos de décadas o manejar nuestros riesgos con perspectivas de largo plazo. Nos preocupamos demasiado cuando vemos caídas significativas en nuestro portafolio, que como ya hemos hablado en esta misma serie, son perfectamente normales y ocurrirán muchas veces a lo largo de nuestra vida (al igual que periodos de alzas pronunciadas).

Bernstein lo dice de manera contundente: la naturaleza humana puede descarrilar incluso el portafolio de inversión mejor diseñado. 

Para entenderlo, tenemos que examinar los aspectos básicos de la evolución humana. Hace muchos años, los mayores riesgos para nuestra existencia tenían que ver con ataques de depredadores y de otros humanos. Por eso, la capacidad de reaccionar de manera instintiva y rápida era sumamente valiosa para nuestra supervivencia. 

Hoy la realidad es otra. Los seres humanos hemos evolucionado hacia sociedades industriales y ahora tecnológicas. Los avances en la salud hacen que nuestra expectativa de vida se haya incrementado de manera significativa. Los instintos ya no nos sirven tanto: hoy nuestra calidad de vida depende más de nuestra capacidad de planear y decidir a largo plazo, en horizontes que abarcan décadas. Así, esas reacciones instintivas, que antes nos servían mucho, hoy son fatales para nuestras finanzas personales. 

Pero no es lo único. Pecamos de exceso de confianza: las estadísticas mencionan que 80% de los conductores siente que son “mejores” que el promedio (lo cual es imposible). Tendemos a extrapolar el pasado hacia el futuro: en 1970-80 las personas pensaban que la inflación nunca iba a terminar, en los 2000-20 todos pensaban que nunca iba a regresar. Cuando estamos en mercados alcistas, las publicaciones tienden a ser demasiado optimistas, como si la fiesta fuera a continuar indefinidamente. Lo opuesto sucede cuando las cosas están de capa caída. 

Además, los humanos buscamos patrones y tratamos de encontrar relaciones que en realidad no existen. Bernstein asegura (yo concurro) que 95% de lo que pasa en el ámbito financiero es sólo ruido aleatorio y, sin embargo, los inversionistas se convencen a sí mismos que ven esos patrones en la actividad del mercado. 

Bernstein dice que los profesores de estadística usan esta demostración clásica en sus cursos introductorios: el instructor sale del salón y le pide a todos los estudiantes, menos a uno, que hagan 30 volados con una moneda y escriban los resultados. Al otro estudiante, escogido por los demás (no por el profesor) se le pide que simule el volado con papel y pluma. 

El profesor regresa al salón y le dan los dos papeles: el de los volados reales y el de los resultados simulados. En segundos logra identificar cuál es el verdadero. 

¿Cómo lo hace? Los resultados simulados casi nunca contienen cuatro o más resultados seguidos (águila o sol) pero los reales sí. Es decir, los humanos tendemos a pensar que no es “normal” obtener cinco “soles” seguidos en volados, que eso no es aleatorio, cuando en realidad, son bastante normales en secuencias verdaderamente aleatorias. 

Bernstein asegura que los participantes de los mercados financieros frecuentemente cometen ese error y por eso existe un campo completamente falso de las inversiones llamado “análisis técnico” que se dedica a tratar de encontrar patrones en datos financieros aleatorios. 

Así, nos recomienda un gran libro de Jason Zweig llamado “Your Money and Your Brain” que revela, en términos claros y accesibles, lo que sucede dentro de nuestro cerebro cuando tomamos decisiones financieras y nos brinda pasos prácticos que todos los inversionistas podemos tomar para mejorar nuestros resultados. 

No te pierdas la siguiente entrega en donde hablaremos del quinto y último obstáculo de la libertad financiera, según William Bernstein: la rapacidad y voracidad de la industria financiera, que en sus palabras, nos quiere mantener pobres y estúpidos.

Los seres humanos hemos evolucionado hacia sociedades industriales y ahora tecnológicas. Los avances en la salud hacen que nuestra expectativa de vida se haya incrementado de manera significativa. Los instintos ya no nos sirven tanto: hoy nuestra calidad de vida depende más de nuestra capacidad de planear y decidir a largo plazo, en horizontes que abarcan décadas.

contacto@planeatusfinanzas.com

Ejecutivo de alto nivel en seguros y reaseguro con visión estratégica de negocio, alta capacidad de liderazgo, negociación y gerencia. Además es columnista de Finanzas Personales en El Economista, Coach en Finanzas Personales y creador de la página planeatusfinanzas.com

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